Uno de los principales problemas en la Ciudad de México es el consumo de agua embotellada, costumbre originada por la desconfianza de los habitantes sobre la calidad del líquido que reciben a través de la llave, advierten investigadores del Instituto del Programa de Manejo, Uso y Reuso del Agua de la Universidad Nacional Autónoma de México (Pumagua), en el primer informe de resultados derivados de la Carta de Intención que este organismo firmó en enero pasado con la Secretaría de Desarrollo Social capitalina.

En éste se presentan los resultados de las actividades de la primera fase del proyecto encaminado al manejo eficiente del agua en la unidad habitacional Los Rojos, delegación Venustiano Carranza, durante la cual Pumagua aplicó una encuesta para evaluar el nivel de cultura del agua y la percepción sobre el servicio potable.

Detalla que 50 por ciento de los vecinos encuestados destinan alrededor de 100 pesos al mes para adquirir agua embotellada y cerca de 40 por ciento, 150 pesos o más.

Datos que los investigadores califican como alarmantes, ya que, remarcan, la gente no debería de tener este gasto, porque la entubada tendría que ser potable.

Advierten que los ciudadanos dejaron de considerar el agua de la llave para su consumo y les parece suficiente con que se puedan bañar, bajar la taza del baño o realizar labores de limpieza con ésta. Aparentemente, la calidad buena o excelente se refiere a que el líquido sirva para esto y no para beber.

Los especialistas plantean que con el dinero que los habitantes de la unidad destinan a la compra del líquido embotellado podrían pagar un sistema de desinfección internoFoto Alfredo Domínguez

Plantean que con el dinero que los habitantes de la unidad destinan a la compra del líquido embotellado podrían pagar un sistema de desinfección interno que les permita beber el agua de la red y con ello reducir gastos, así como la incomodidad de acarrear garrafones.

Con base en la revisión que hicieron de las cisternas, tinacos y diversos puntos de consumo, el Pumagua recomienda realizar un monitoreo integral de calidad del líquido en la unidad habitacional Los Rojos, el cual incluya desde la fuente de abastecimiento hasta su llegada a las llaves.

Aseguran que es necesario visibilizar los esfuerzos que en la materia hacen la delegación, la Secretaría de Desarrollo Social a través del programa Agua a tu casa, y el Sistema de Aguas de la Ciudad de México para mejorar el servicio de agua entubada, lo que señalan, ayudaría no sólo a mejorar la percepción del servicio sino también a fomentar su ahorro.

Asimismo, recomiendan al gobierno capitalino implementar un programa para cambiar a muebles de baño ahorradores.

Otra de las alternativas que presentan es efectuar una campaña de información sobre la cantidad del líquido que utilizan para bañarse. “Un baño de 10 minutos puede significar 200 litros por persona al día, y uno de 20, 400 litros.