Jueves 17 de agosto de 2017, p. 28
Madrid.
Los guardacostas españoles rescataron este miércoles a casi 600 personas que navegaban en 15 embarcaciones y una moto acuática en las aguas entre Marruecos y España, una ruta cada vez más usada por los migrantes que quieren llegar a Europa.
Según la contabilización hasta el momento, unas 599 personas
fueron socorridas entre el estrecho de Gibraltar y el mar de Alborán, sureste de España, indicó a la Afp un portavoz del servicio de Salvamento marítimo.
Entre ellas se encontraban 35 menores, uno de ellos bebé.
Alrededor de 430 personas, llevadas al puerto de Tarifa, han sido rescatadas a bordo de 10 pateras
, y en la zona de Almería se han recogido un total de 169 personas en cinco pateras y una moto de agua
, explicó.
Una patrulla italiana participó en las operaciones en el mar de Alborán.
El número de llegadas es uno de los más elevados registrados en España en un solo día a lo largo de los últimos años.
Pero es reducida en comparación con el centro del Mediterráneo, donde 5 mil migrantes fueron socorridos el 26 de junio frente a las aguas de Libia, según los guardacostas italianos.
Desde principios de año, al menos 121 personas murieron ahogadas intentando alcanzar España, contra 128 en todo el año anterior.
Este verano está siendo inusual por el alto número de pateras que están llegando a la costa española
, aseveró por la mañana una portavoz de los guardacostas, precisando que ya se había triplicado la cifra respecto al año anterior.
Entre enero y julio de 2017, 7 mil 642 migrantes llegaron a España por mar, contra 2 mil 763 en el mismo periodo de 2016, según los guardacostas.
Según la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), el 11 de agosto esta cifra alcanzaba ya a 8 mil 385 personas.
Sigue estando lejos de Italia, que desde principios de año recibió a 97 mil 300 migrantes por mar.
Pero la OIM estima que España puede superar este año a Grecia como punto de llegada de migrantes, después de Italia.
Además, hay que sumar a los cada vez más numerosos migrantes que consiguen entrar por tierra a Ceuta y Melilla, dos ciudades bajo administración española en el norte de Marruecos, que constituyen las únicas fronteras terrestres de la Unión Europea con África.