El Banco de México (BdeM) ajustó a la alza sus pronósticos de crecimiento de la economía mexicana para este año y el 2018. Para el 2017 aumentó el intervalo de entre 1.5 y 2.5 a 2.0 y 2.5 por ciento, mientras que para el próximo año lo elevó de entre 1.7 y 2.7 previo a un intervalo de entre 2.0 y 3.0 por ciento .

Durante la presentación del informe trimestral correspondiente al periodo abril-junio de 2017, encabezada por el gobernador del Banco de México, Agustín Carstens, destacó que el panorama para el crecimiento económico de México parecería haber mejorado respecto de lo que se percibía en el primer trimestre del año, pero advirtió que aún prevalecen riesgos relacionados con el posible apretamiento en las condiciones financieras globales futuras, la renegociación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) y el próximo proceso electoral nacional.

En torno a la inflación, Carstens Carstens aseguró: Que les quede claro (a los mercados) que hay un banco central que está decidido a romperle el espinazo a la inflación y traerla a 3 por ciento, porque eso es lo mejor para los mercados y para la economía en el mediano y largo plazos.

El Banco de México prevé que la inflación general anual continuará ubicándose por encima de 6 por ciento en los próximos meses acercándose a su techo. Se espera que en los próximos meses de este año la inflación general retome una tendencia a la baja y que ésta se acentúe durante el año siguiente, conduciendo a la convergencia al objetivo de 3 por ciento alrededor del tercer trimestre de 2018.

Anticipó que para 2018 no habrá remanentes de operación en el Banco de México. Agustín Carstens afirmó: La Secretaría de Hacienda va a presentar Criterios Generales de Política Económica con un supuesto de cero remanentes de operación, porque no hay nada que asegure que ese vaya a ser el caso el próximo año. Entonces lo prudente es precisamente suponer que no habrá remanentes y yo creo, por lo que sé, que esa es la intención de Hacienda.

El gobernador del Banco de México, Agustín Carstens, ayer al presentar el informe trimestral abril-junioFoto Guillermo Sologuren

El informe del banco central considera que la actividad económica a nivel mundial y el comercio global se han recuperado, al tiempo que el mercado interno se ha mostrado resiliente y la confianza de los empresarios y de los consumidores se ha elevado gradualmente. Asimismo, si bien persiste incertidumbre sobre el futuro de la relación bilateral entre México y Estados Unidos, la información más reciente sugiere que ha disminuido la probabilidad de que se materialicen los escenarios que podrían afectar en mayor medida al crecimiento.

En consecuencia, se ajusta el intervalo de pronóstico de crecimiento del PIB de México para 2017 de uno de entre 1.5 y 2.5 por ciento a uno de entre 2.0 y 2.5 por ciento.

Para 2018 se revisa al alza de uno de entre 1.7 y 2.7 por ciento a uno de entre 2.0 y 3.0 por ciento. De esta forma, se espera en ese año un mayor ritmo de expansión de la economía respecto de 2017.

Esta trayectoria es consistente con la previsión de que se consolide la reactivación de la producción industrial en Estados Unidos, así como con la expectativa de que algunas reformas estructurales tengan efectos cada vez más notorios sobre el crecimiento, y de que el fortalecimiento del marco macroeconómico que las autoridades tanto monetaria como fiscal han venido llevando a cabo propicie condiciones más favorables para la actividad productiva en México.