La exposición Picasso y Rivera: conversaciones a través del tiempo está llamada a ser la tercera más visitada del Museo del Palacio de Bellas Artes en lo que va del presente sexenio, según las autoridades del recinto.

Hasta la noche del viernes pasado, de acuerdo con cifras oficiales, había recibido a 231 mil 839 personas desde que fue inaugurada, el 8 de junio, y el museo prevé que supere las 240 mil a la medianoche de este domingo, cuando será clausurada.

Sólo quedará por debajo de los 387 mil 169 visitantes que registró Miguel Angel Buonarroti: un artista entre dos mundos, que se presentó en ese mismo espacio del 26 de junio al 27 de septiembre de 2015, y los 290 mil 20 que tuvo Leonardo Da Vinci y la idea de la belleza, exhibida del 26 de junio al 23 de agosto de ese mismo año.

Como ocurrió con estas dos muestras, ante la alta demanda del público, el Museo del Palacio de Bellas Artes organizó este fin de semana un maratón de despedida para la de Picasso y Rivera, por lo que el recinto se mantendrá abierto al público durante 38 horas ininterrumpidas, desde las 10 horas de ayer hasta las 24 horas de hoy.

En medio del frío y la lluvia

El maratón comenzó este sábado a la hora indicada, cuando el museo abrió sus puertas a las poco más de 250 personas que ya hacían fila desde antes de las 9 de la mañana en la explanada de Bellas Artes, en medio de una pertinaz llovizna y una fría temperatura.

Muchas de esas personas, como ocurrió con las que llegaron en el transcurso de la mañana y hasta el mediodía, fueron previsoras y contaban con paraguas, sombrillas, capas e impermeables, así como con gruesos suéteres y/o chamarras.

Solos, en pareja, en familia o en grupos de amigos, los visitantes de la muestra tuvieron que hacer fila para ingresar al espacio museístico durante un promedio de entre 30 y 45 minutos, incluso cuando se desató una lluvia ligera, entre las 12:30 y las 12:45 horas del día. El panorama cambió a las 15 horas, cuando la precipitación pluvial fue más violenta, lo cual dispersó esa larga fila.

Aunque varios adolescentes y jóvenes asistieron por tratarse de un trabajo escolar y otros para acompañar a un amigo, familiar o a su pareja, según comentaron a La Jornada, para varias de las personas congregadas el maratón fue la oportunidad idónea para animarse a visitar esta importante exposición organizada por el Museo del Palacio de Bellas Artes y el Museo de Arte del Condado de Los Ángeles.

En ella se presenta una serie inédita de diálogos a través de obras icónicas que el artista español y el mexicano crearon durante la primera mitad del siglo XX, así como de los encuentros de esas obras con el arte antiguo mediterráneo y mesoamericano. Un interesante recorrido y comparativo entre ambos pintores que a la mayor parte del público, según sus comentarios, le llevó entre 45 y 50 minutos.

El de Mauricio, de 42 años, quien llegó acompañado de su novia 20 minutos antes de que abriera el museo, es un caso que ilustra el de otras varias personas consultadas por este diario.

Pudo venir apenas, contó, porque sus ocupaciones se lo habían impedido antes y debió abrirse un espacio este sábado porque consideró que hoy la afluencia de gente será mucho mayor y con ello el tiempo de espera se incrementará de manera sustantiva.