El español consiguió su décimo sexto título de Grand Slam
Al rojo vivo la pugna con Federer por la mayor cantidad de títulos
Lunes 11 de septiembre de 2017, p. 6
Nueva York.
El español Rafael Nadal consiguió su décimo sexto título de Grand Slam al apabullar en la final del Abierto de tenis de Estados Unidos al sudafricano Kevin Anderson por 6-3, 6-3 y 6-4 con una actuación tan sólida como deslumbrante.
En dos horas y 27 minutos de juego, el número uno del mundo mostró toda su jerarquía para aplastar a un rival que debutaba en una definición de Grand Slam e hizo lo que pudo ante el dominio del español.
Para Nadal, quien no ganaba un título sobre pista rápida desde Doha 2014, el de ayer es el tercer trofeo que logra en el cemento neoyorquino después de los logrados en 2010 y 2013. Además, cerró la temporada de los grandes con los títulos de Roland Garros y el US Open, asimismo, la final en el Abierto de Australia. Por si fuera poco, se llevó un premio de 3.7 millones de dólares.
Como era de esperar, Nadal salió a poner presión sobre el servicio de Anderson desde el primer punto. A una devolución pegado a la línea de base le seguía otra tocando la lona trasera. A una devolución cortada continuaba una alta y profunda. Anderson sumaba aces, pero cuando la pelota volvía, sumaba problemas.
Nadal hacía lo necesario para intentar hacer dudar a Anderson, quien mantuvo su servicio durante sus primeros tres turnos, pero a un costo altísimo: además de salvar cuatro puntos de rotura debió sacar 42 veces para sumar tres juegos. En el mismo lapso, a Nadal le alcanzaron con apenas 15 servicios.
Tan clara era la diferencia que sólo restaba esperar el momento del quiebre. Y llegó en el séptimo juego. Después de una doble falta del sudafricano, Nadal se le fue encima y sacó la primera gran ventaja del partido. El impacto sicológico para el vigésimo octavo preclasificado fue grande. Estaba sacando bien, no había sentido el hecho de jugar su primera final de Grand Slam, pero enfrente tenía un rival que lo desbordaba a pesar de todo.
Con ese juego, estaba claro que sólo faltaba esperar y completar el resultado final. Como en toda la tarde neoyorquina, Nadal no dudó con su servicio y cerró el partido en su segundo match point, con una volea de revés que dejó sin oportunidades a Anderson. Así garantizó el título y sumó el Grand Slam 16 a su palmarés. Pero a diferencia de otras veces, el festejo del español resultó medido, con los dos brazos al cielo y la satisfacción de haber hecho bien la tarea.
Nadal cierra la temporada de las grandes citas con dos títulos por primera vez desde 2013. En junio, se proclamó campeón del Abierto de Francia.
También completa algo inusual: Nadal y su némesis, Roger Federer, monopolizaron los cuatro títulos del año, ya que Federer se coronó en Australia y Wimbledon, para llegar a los 19 en su carrera.
Y la pugna por la mayor cantidad de títulos entre los dos colosos del tenis vuelve a ponerse al rojo vivo. Nadal ahora está a tres de la cifra récord de Federer.
Todo esto es notable para un jugador que hace un año sufría con una lesión en la muñeca y se hablaba de un declive irreversible.
Lo que ha pasado este año es increíble. Después de dos años con lesiones y sin jugar bien en algunos momentos, este año ha sido muy emocionante desde el principio
, dijo Nadal en la pista Arthur Ashe tras batir en la final al sudafricano.