La Habana.

Irma dejó 10 muertos en su paso por Cuba, y se convierte en el huracán más mortífero sobre la isla desde Dennis, en 2005, además de que provocó cuantiosos daños materiales.

Esto es catastrófico, muchos edificios aquí no están preparados para tal diluvio, dijo Yanmara Suárez, trabajadora autónoma de 36 años que vive en Centro Habana, zona próxima al malecón que está inundada desde el domingo.

Irma azotó la isla durante tres días con vientos hasta de 250 kilómetros por hora, arrasando con la infraestructura de los principales centros turísticos, incluido el balneario de Varadero.

La cifra de fallecidos es la mayor desde que Denis dejó 16 muertos en 2005. Algunas de las víctimas murieron por no atender las órdenes de desalojo del gobierno, aunque dos de los fallecidos viajaban en un autobús cuando se derrumbó el balcón de un edificio en el centro de La Habana y cayó encima del vehículo.

El huracán tocó tierra el sábado en la costa norte de la isla con categoría 5; voló techos, derribó postes de electricidad, arrancó árboles y causó destrozos en zonas costeras. El gobierno aún evalúa los daños.

En un editorial publicado este lunes en Granma, diario del gobernante Partido Comunista, el presidente Raúl Castro reconoció la extensión de los daños y llamó a comenzar las tareas de reconstrucción lo antes posible.

Prácticamente ningún territorio se libró de los efectos del huracán, dijo Castro.

Por las calles de La Habana este lunes trabajaban cuadrillas de obreros que recogían escombros y árboles caídos o trabajaban para restaurar las redes eléctrica y telefónica.