Cupertino.

Apple presentó este martes su esperado nuevo teléfono, el iPhone X –cuyo nombre refiere al número 10 y no a la letra– que tiene un nuevo diseño con vidrio y acero inoxidable y que el presidente de la compañía calificó de el mayor avance desde el lanzamiento del primer iPhone.

El teléfono cuenta con una serie de innovaciones, incluida carga inalámbrica, una cámara infrarroja y equipo especial para el reconocimiento facial, que sustituirá al sensor de huella digital para desbloquear el teléfono. El botón de inicio también desapareció y bastará una pulsación para activar el teléfono.

La pantalla cubre prácticamente toda la parte frontal y mide 5.8 pulgadas, más que el modelo plus actual. El nuevo teléfono se venderá a partir de 999 dólares en Estados Unidos y estará disponible a partir del 3 de noviembre.

El director ejecutivo de Apple, Tim Cook, consideró que el iPhone X marcará la tendencia del sector para la próxima década. Hace 10 años, el primer iPhone sentó las bases para el actual negocio de los smartphones.

El lanzamiento del teléfono fue el más importante para Apple en años, al igual que la temporada de compras navideña que sigue a la presentación.

En un momento embarazoso para el vicepresidente de Apple, Craig Federighi, el desbloqueo con reconocimiento facial no funcionó durante la presentación en el escenario.

La pantalla del iPhone X, que Apple llamó súper retina, es aproximadamente del tamaño del actual iPhone 7 plus, pero el teléfono en sí es más pequeño. El dispositivo ofrece colores mucho más vivos gracias a la tecnología OLED, que otros fabricantes como Samsung también están desarrollando.

Apple también presentó el iPhone 8 y el iPhone 8 Plus, que se asemejan al actual iPhone 7, pero tienen un reverso de vidrio para carga inalámbrica. Los nuevos teléfonos también cuentan con el primer procesador gráfico de Apple –que ofrece una mayor velocidad–, mejores cámaras y algunas características para aplicaciones de realidad aumentada.

La compañía también lanzó una gran actualización de su reloj Apple Watch, que ahora será capaz de hacer llamadas telefónicas y acceder a Internet sin tener que estar vinculado a un iPhone, pues llevará una conexión de telefonía móvil. El reloj de la serie 3, como se le llamó, costará 399 dólares.

Con la pantalla más grande ya no hay lugar para el botón redondo de home, que permitía volver al menú inicial. Para ello habrá que arrastrar el dedo por la pantalla desde el extremo inferior. El reconocimiento facial de Face ID cuenta con tres sensores diferentes que permiten hacerlo tridimensional, para que la tecnología no pueda ser engañada con una foto.

El software se adapta también a los cambios, como cuando un usuario se deja la barba. Los datos son evaluados directamente en el aparato a través de inteligencia artificial. Este análisis permitirá al teléfono reconocer al usuario con diferentes peinados o con y sin anteojos, por ejemplo.

El sistema de reconocimiento no sólo sustituye al escáner de huella dactilar para el desbloqueo del teléfono, sino también para el sistema de pago Apple Pay.

La nueva tecnología permitirá además generar emojis animados que imitarán la mímica del usuario en tiempo real. Los sensores, ubicados en una pequeña franja en el borde superior de la pantalla, permitirán a su vez tomar mejores selfies.

El iPhone X se podrá cargar de forma inalámbrica y es compatible con dispositivos de carga inalámbricos. La versión con mayor memoria costará unos mil 145 dólares.

El iPhone es el principal producto de Apple y le genera más de la mitad de los ingresos a la compañía. Pese a que casi 85 por ciento de los smartphones del mundo funcionan con el sistema operativo Android, de Google, Apple obtiene la mayor parte de las ganancias del sector gracias a su lucrativo iPhone. Las acciones de Apple cayeron 1.3 por ciento y borraron un alza de hasta uno por ciento durante el lanzamiento.

La presentación se realizó en el Auditorio Steve Jobs del nuevo campus de la compañía, ocasión en la que se homenajeó al fundador de la empresa, quien murió en 2011.

El lanzamiento se realizó en un auditorio oscurecido en el que sólo se veían los celulares brillando como estrellas y tenía un letrero que decía: Bienvenidos al Teatro Steve Jobs, comenzó con audio de la voz de Jobs y luego Cook subió al escenario.