Ratifican la acusación contra Irán por los atentados a la embajada israelí y la AMIA
Grupos solidarios con el pueblo palestino protestan en Buenos Aires por la visita del primer ministro
Miércoles 13 de septiembre de 2017, p. 31
Buenos Aires.
En una declaración conjunta después de una reunión entre el primer ministro Israelí, Benjamin Netanyahu, y su anfitrión el presidente argentino, Mauricio Macri, este último afirmó que ambos condenaron el terrorismo en todas sus formas
, y acordaron profundizar
los vínculos económicos, entre otros acuerdos, como ratificar la acusación contra Irán por los atentados contra la embajada de Israel en 1992 y la Asociación Mutual Israelita Argentina (AMIA) en 1994, a pesar de que no existen pruebas.
En un país donde vive la comunidad judía más grande de Latinoamérica, y la sexta en el mundo, la primera visita de un jefe de gobierno de Israel fue considerada por Macri como un gesto de confianza hacia esta etapa de cambios en el país
.
Además de la serie de repudios en comunicados, centenares de militantes de organizaciones sociales, políticas y de derechos humanos en solidaridad con el pueblo palestino marcharon y se manifestaron afuera de la embajada de Israel, en pleno centro, y denunciaron la presencia de un gobernante que viola los derechos humanos, las resoluciones de la Organización de las Naciones Unidas sobre el caso palestino, así como la permanente colonización de los territorios ocupados que ha despojado de sus tierras al pueblo de Palestina y convertido a Gaza en una cárcel a cielo abierto.
También condenaron el exterminio a que está sometida esa población con brutales bombardeos y ataques contra un pueblo indefenso, las matanzas, la construcción del muro, los miles de presos y torturados, entre ellos niños, y más crímenes de lesa humanidad
, que consideran imprescriptibles. Un mar de banderas palestinas se agitaba en Avenida de Mayo a pesar de uno de los operativos de seguridad más grandes que se hayan visto en esta ciudad.
Las Asambleas del Pueblo denunciaron que dos jóvenes de esa organización que estaban pegando afiches contra la presencia de Netanyahu fueron detenidos por agentes israelíes con la colaboración de policial local, llevados un sector de la embajada de Israel, golpeados y amenazados tras quitarles 2 mil afiches que iban a pegar a manera de protesta, lo que será denunciado a la justicia. Además acusaron la existencia de acuerdos secretos de seguridad con Macri desde hace años y que ahora se incrementarán con esa ratificación de la mal llamada
lucha conjunta contra el terrorismo.
Precisamente Macri ratificó su inquebrantable compromiso con la paz y la seguridad nacional en la lucha contra el terrorismo internacional
, al recordar que este país sufrió en carne propia el extremismo violento
con los atentados a la embajada de Israel y la AMIA, y exhortó a trabajar junto al gobierno israelí para prevenir y luchar contra esas atrocidades
. De la misma manera se ratificó el apoyo de Israel para trabajar juntos, especialmente en el tema de seguridad.
Netanyahu consideró que el convenio nuclear firmado entre Irán y seis grandes potencias en 2015 es un mal acuerdo
y remarcó que o bien se arregla el tema o se cancela
.
La Agrupación por el Esclarecimiento de la Masacre Impune de la AMIA (APEMIA) repudió la visita de Netanyahu al cuestionar los vínculos que viene a establecer con Macri por el atentado a la asociación
, y denunció la intención del gobierno de privatizar
archivos de la causa que investiga el atentado a la mutual judía. La titular de esta agrupación, Laura Ginsberg, rechazó la visita del premier por considerar que representa una política genocida
.
Se refirió a denuncias recientes de APEMIA por la iniciativa de Macri mediante una oficina del Ministerio de Justicia que dirige Mario Cimadevilla de privatizar los archivos del caso AMIA y entregarlos a una empresa que trabaja para servicios de inteligencia internacionales como la CIA y el Mossad.
Gisnberg, familiar de una víctima del atentado a la AMIA, sostiene que el gobierno intenta quitar esos documentos a la fiscalía, que es quien debe manejar la prueba judicial y entregársela para que la oficina de Cimadevilla los entregue a los que han obstaculizado la investigación y utilizan estos hechos para su política geoestratégica de guerra en Medio Oriente.