Brasilia.

El Supremo Tribunal Federal (STF) de Brasil autorizó este martes una nueva investigación por corrupción contra el presidente Michel Temer.

El magistrado Luis Roberto Barroso determinó que existen evidencias para que los fiscales investiguen si Temer utilizó su cargo para favorecer a una empresa que operaba en el puerto de Santos, cerca de Sao Paulo.

La apertura de la investigación no representa todavía una denuncia formal por corrupción contra el presidente.

Si la fiscalía decide acusar a Temer por cargos de corrupción, dos tercios del Congreso tendrían que autorizar su juicio.

Temer ya fue denunciado por Janot en junio pasado por un caso vinculado con la megacausa conocida como Lavado Rápido, que investiga cuantioso fraude en la estatal Petrobras, pero el Congreso, controlado por los aliados del mandatario, evitó que el líder conservador fuera sometido a juicio.

La nueva investigación está centrada en acusaciones de lavado de dinero y corrupción vinculadas con la empresa Rodrimar. Además de Temer y los directores de la compañía será investigado el ex diputado Rodrigo Rocha Loures, implicado en varios escándalos de corrupción.

Temer volvió a rechazar este martes todas las imputaciones y reprochó a la justicia por hacer acusaciones sin pruebas.

El mandatario es blanco de varios procesos judiciales. Janot presentó la semana pasada una grave denuncia contra la cúpula del conservador Partido Movimiento Democrático Brasileño –en el cual milita el presidente– acusándola de ser parte de una organización criminal que durante años recibió sobornos a cambio de favores políticos.

Las nuevas acusaciones contra Temer y la apertura de la más reciente investigación se dieron a conocer justo en los días previos al final del mandato de Janot, convertido en el principal impulsor de los procesos judiciales contra el presidente, cuyo periodo vence el próximo domingo. Raquel Dodge, nominada por Temer, se hará cargo de la investigación a partir del lunes.

Los escándalos en torno al gobernante son parte de una larga serie de casos de corrupción destapados de manera paulatina desde hace más de tres años, con el inicio de la operación Lavado Rápido, lanzada para investigar una red fraudulenta en Petrobras.

Hoy día hay decenas de políticos que están bajo investigación o enfrentan un proceso judicial, entre ellos el ex presidente e ícono de la izquierda latinoamericana Luiz Inacio Lula da Silva, quien este miércoles comparecerá nuevamente ante el juez Sergio Moro, que lo ha acusado de corrupción sin presentar pruebas.

Los escándalos de corrupción han profundizado la crisis institucional en la que se encuentra Brasil desde hace años, acompañada de una recesión económica. El PIB se contrajo 7.4 por ciento entre 2015 y 2016.