Viernes 13 de octubre de 2017, p. 30
Un grupo de pistoleros asesinó la tarde de ayer al vocalista de la banda musical Cuisillos, Francisco Ernesto Ruiz Martínez, en su domicilio, en Guadalajara, Jalisco, informó la Fiscalía General del Estado.
El ataque contra el cantante, de 32 años de edad, fue perpetrado a las 13 horas en el cruce de las calles Samuel Ramos y Monte Olivetti, en la colonia Lomas de Independencia.
Al principio se divulgó la versión de que el músico, conocido como Guerrero Salvaje y con dos años en la agrupación jalisciense, se resistió a un asalto; sin embargo, el cuerpo quedó boca abajo con un disparo en la cabeza.
Los responsables, según testigos, huyeron sin problema en una camioneta Ford Windstar blanca. Pese al despliegue policiaco, no hubo detenidos.
“Con mucho dolor lamentamos la sensible pérdida de nuestro gran hermano, compañero y gran amigo Ernesto Ruiz. Toda la Tribu Cuisillos se viste de luto. Te llevaremos en el corazón, Guerrero Salvaje”, publicó la banda en su página oficial y en redes sociales.
En tanto, dos personas fueron asesinadas en la colonia Loma Linda, en la misma ciudad, y un cadáver fue encontrado flotando en el vaso regulador del parque El Dean.
Confirman la matanza de una familia en el Edomex
La Fiscalía General de Justicia del Estado de México informó ayer que los cadáveres de tres mujeres y dos hombres encontrados la noche del miércoles en un domicilio del fraccionamiento Jardines de Tultepec son los de una familia desaparecida el pasado 5 de octubre, hecho que fue denunciado el día 10.
El 11 de octubre, un hombre de 51 años de edad, una mujer de 43, un joven de 18 y dos adolescentes de 14 años fueron hallados muertos en la zotehuela de una vivienda en el municipio de Tultepec. Estaban tapados con cobijas y bolsas de plástico.
En Nayarit se informó del hallazgo de cuatro cuerpos en una fosa clandestina en el kilómetro 23 de la carretera Tepic- San Blas, entre las comunidades Singayta y La Libertad, donde el pasado 3 de octubre hubo un enfrentamiento entre presuntos pistoleros y efectivos de la Armada de México.
En el municipio de Aldama, Tamaulipas, se aplicó el toque de queda ciudadano
y los padres dejaron de enviar a sus hijos a clases ante los constantes enfrentamientos entre grupos del crimen organizado, por temor a ser víctimas colaterales
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