Ante el riesgo de tener que salir del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), el gobierno federal ha venido trabajando en varias alternativas, entre ellas identificar otros mercados a los que hay que voltear a ver y mecanismos internos para sustituir importaciones”, expuso en el Senado el secretario de Hacienda, José Antonio Meade.

Se ha registrado no sólo a los sectores, sino a las empresas que podrían tener una contingencia en el caso de que la negociación del TLCAN no sea satisfactoria, dijo el funcionario durante su comparecencia ante el pleno de esa cámara, dentro de la glosa del informe presidencial.

La senadora Dolores Padierna (PT-Morena) le pidió precisar cuál será el impacto en la economía, el empleo y el crecimiento si México queda fuera del tratado, ya que se anuncia una derrota anticipada de la negociación, luego de las recientes declaraciones del presidente de Estados Unidos, Donald Trump.

Meade insistió en que la administración de Enrique Peña Nieto ha hecho un análisis puntual de ese escenario, a partir del reconocimiento de que una parte importante de nuestro comercio ya no es esa región.

La diversificación, detalló, es mayor en el caso de las importaciones. Buena parte de los productos que México importa no sólo son de fuera del TLCAN, sino de América del Norte.

Explicó que la máxima afectación sería sobre 80 por ciento de mercancías que se exportan a Estados Unidos y 45 por ciento que se compran a esa nación, de las que una parte muy importante se comercia por fuera del tratado.

Agregó que hay la oportunidad para el país de identificar aranceles, otros mercados a los que hay que voltear a ver para proveernos, y tendríamos la posibilidad de buscar dentro del país mecanismos para sustituir esas importaciones.

Reiteró lo dicho también en el Senado por el secretario de Relaciones Exteriores, Luis Videgaray: México es mucho más grande que el TLCAN.

Durante la comparecencia, legisladores de todas las fuerzas políticas pidieron información sobre la reconstrucción de las zonas afectadas por los sismos y demandaron que el proceso se lleve a cabo con transparencia.

En su intervención inicial, Meade detalló que dicha tarea se hará con una arquitectura fiscal responsable y previsora. Precisó que hasta el momento el gobierno federal ha erogado 2 mil millones de pesos del Fondo Nacional de Desastres (Fonden) y la banca de desarrollo va a desplegar 6 mil 500 millones para créditos destinados a rehabilitación y construcción de casas y edificios.

Los desastres nos costaron vidas y enlutaron familias, dejaron personas lesionadas y cuantiosas pérdidas materiales, pero hoy más que nunca, resulta claro que la fortaleza de nuestra nación está en la unidad. Frente a los recientes embates de la naturaleza, un México unido, solidario y generoso, enfrentó de inmediato la situación de emergencia.

En la sesión de preguntas y respuestas, precisó que habrá recursos para poner en marcha la ley en materia de desaparición forzada, recién aprobada en San Lázaro, ya que se hicieron previsiones en el proyecto de presupuesto.

Igualmente, expuso que no habrá recortes en programas sociales ni en la agenda de derechos humanos. Dio a conocer que se propuso una aportación de 200 millones de pesos al fideicomiso de protección a periodistas y activistas sociales.

Esa cantidad, dijo, se suma al saldo de 165 millones con que contaba ese organismo en junio pasado, lo que “nos dará suficiencia para seguir brindando protección a los 640 comunicadores y defensores de derechos humanos.