Lunes 30 de octubre de 2017, p. 3
Todos gritaron durante el arranque de los autos en el Gran Premio de México. Un alarido real, pese a que no estaban en las gradas del autódromo Hermanos Rodríguez, sino sobre el pasto del Campo Marte de Ciudad de México, donde se instaló el Fan Zone para vivir la carrera de Fórmula Uno, pero a precios accesibles.
Guillermo Jiménez era uno de los entusiastas que acudieron al festival de fanáticos de la máxima categoría del automovilismo. Vestido de Ferrari de pies a cabeza, obsesionado por la escudería, tanto como para vestir también a su hijo de siete meses con atuendo de la escudería italiana.
Es muy caro ir al autódromo
, dice Jiménez; si te apasiona este deporte y quieres verlo, tienes que gastar demasiado; aquí con 150 pesos vives la emoción, aunque lo veas en pantallas gigantes, pero hay convivencia y eso se contagia
.
El costo de las entradas no se compara con los mil 500 pesos del boleto más económico en el autódromo, pero si los asistentes quisieran pagar un souvenir tendrían que gastar más de mil pesos por una gorra.
Pedro Martínez ondea una bandera de Force India que lleva el nombre de Checo Pérez. Mucha gente viene a convivir y pasársela bien sin necesidad de gastar tanto
, dice.