El Consejo Ciudadano de la Ciudad de México denunció el robo a paisanos que regresan en estas fechas de Estados Unidos y que al viajar en autobús a sus lugares de origen son drogados por desconocidos con bebidas inyectadas que los hacen dormir con el fin de despojarlos de sus pertenencias.

Tras alertar al Sindicato de Jornaleros Agrícolas de César Chávez, Centros de Derechos del Migrante y Chicanos por la Causa, les pidió que informen a quienes deseen regresar a México que no acepten ninguna bebida, alimentos o regalos de gente extraña.

Durante el año se han reportado 10 casos en la terminal de autobuses de Pachuca, Hidalgo, donde hombres provenientes de Chicago o Texas y que abordan camiones para dirigirse a Ixmiquilpan, Actopan, Huichapan y Zimapán, son víctimas de los delincuentes durante la escala en Querétaro, donde se comete el delito.

De acuerdo con las denuncias, los extraños fingen ser amigables, se acercan a los migrantes y mediante engaños los hacen ingerir algún tipo de droga en bebidas cerradas; les hacen la plática para obtener información sobre su destino, procedencia y pertenencias, antes de abordar el autobús.

De acuerdo con diversos reportes realizados al consejo, ambos suben a la unidad; 10 minutos después de que el paisano ingirió la bebida, por efectos de la sustancia que no ha sido identificada, pierde el conocimiento y queda profundamente dormido.

Esos momentos son aprovechados por los delincuentes para despojarlos de las pertenencias que traen consigo y en el equipaje, para luego descender en la terminal de Pachuca, donde el personal de la línea se ve obligado a subir a los vehículos a despertar a las víctimas; entonces se percatan que fueron engañados, drogados y despojados.

El consejo detalló que los delincuentes prefieren las líneas de autobuses que efectúan escalas para descender en alguna con los boletos del equipaje que sustrajeron a las víctimas inconscientes, a fin de reclamar las maletas y huir.

Señaló que se sospecha que las paisanos son drogados, porque los operadores de las unidades refieren que al llegar a la terminal de Pachuca las víctimas se encuentran como borrachos, por lo que tienen que cargarlos para hacerlos descender del autobús.

Durante la entrevista que se les practica a los pasajeros resulta evidente que se encuentran dopados e invariablemente han referido el engaño y el robo, pero se han abstenido de denunciar ante la autoridad ministerial correspondiente.

Algunos de los afectados son de la tercera de edad.

Por otra parte, la Comisión de Derechos Humanos capitalina demandó a las autoridades locales defender las garantías de las personas migrantes connacionales e internacionales que llegan a la Ciudad de México a establecerse o de paso hacia Estados Unidos, que suman anualmente 6.6 millones.