Aunque algunas personas se quejan de la falta de dinero y las bajas ventas, lo cierto es que el bullicio y el trajín por las compras de los ingredientes para la cena de Fin de Año ya comenzó en el mercado de San Juan Ernesto Pugibet, donde los locatarios se encuentran listos con pavos hasta de 20 kilos, montones de cabritos, lechoncitos y conejos recién destazados, así como costillares de cordero y cerdo.

Alejandro Velázquez, integrante de la tercera generación familiar que atiende el local El gran cazador México –que entre los exóticos productos que vende se encuentra la carne de león y de cocodrilo– señaló que aunque la mayoría de sus clientes son extranjeros o con solvencia económica, también hay los que buscan algo diferente y hacen sus ahorros para darse un gustito, aunque sea el último día del año.

En este negocio, no apto para veganos ni activistas protectores de animales, llama la atención una cabeza disecada de león que hace alusión a la venta de uno de los productos más polémicos que se expenden en el mercado.

Junto a los cortes de jabalí, búfalo y venado se ofrece la carne de león en pulpa a 850 pesos el kilo, y en bisteces con ablandador a 950 pesos. La vendemos todo el año y se trae de granjas que hay en el estado de Hidalgo. Somos los únicos que tenemos permisos de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales y Pesca (Semarnat) y estamos autorizados como comercializadores de carnes exóticas, apuntó.

Entre su clientela están extranjeros, sobre todo españoles, pero también mexicanos de Polanco y la Roma. Atrás tenemos un restaurante y viene mucha gente a probar lo que ofrecemos, y si les gusta se lo llevan, detalló.

Aunque el mercado se fundó hace ya 63 años, su fama por vender carnes exóticas y todo tipo de productos gourmet, empezó hace un par de décadas, detalló Benjamín Rojas, quien en su negocio El Águila ofrece para la última cena del año todo tipo de aves. Desde monumentales pavos de 18 kilos, hasta patos, perdiz, pollo de leche, faisán y diminutas codornices a 110 pesos la decena.

Aquí cada fin de año es muy socorrido, tiene mucha gente, se vende bastante, no nos podemos quejar. Hay quienes vienen por el pavo, porque se vende fresco, pero cada vez más hay quienes se animan a experimentar con otras aves, comentó.

En la carnicería Mauro José, ubicada en el local 50, los costillares de cerdo, a 100 pesos el kilo, y el rack de cordero a 180 pesos el kilo, están al alcance de la clientela. Es lo que más se vende para esta época, explicó Leticia José García, quien señaló que han estado bajas las ventas, pero se espera un repunte en la afluencia de clientes en los próximos dos días.