Miércoles 10 de enero de 2018, p. 2
Johannesburgo. Una base de datos con muestras de ADN de rinocerontes obtenidas, por ejemplo, de los cuernos que se venden en el mercado negro puede ayudar a combatir la caza furtiva, según afirmó el equipo de investigadores liderado por la veterinaria Cindy Harper, de la Universidad de Pretoria. En criminología es habitual el uso de muestras de ADN para resolver casos de asesinatos u otros delitos, y funciona de la misma manera en el caso de los cazadores furtivos. Así, el estudio publicado en la revista Current Biology refleja nueve casos en los que las pruebas de material genético contribuyeron a que los furtivos tuvieran multas más elevadas. En total, hasta ahora se han usado pruebas de ese tipo en unos 120 casos. En uno de ellos pudieron vincularse dos cuernos a sus respectivos rinocerontes muertos en Sudáfrica. El cazador furtivo que acabó con los animales, oriundo de Mozambique, fue condenado a 29 años de prisión.