Aunque se desconoce el número de supervivientes de cáncer en el país, se estima que cada día son más; en el Instituto Nacional de Cancerología (Incan), por ejemplo, tienen una tasa de 70 u 80 por ciento en algunas etapas clínicas, como en los tumores de mama, dijo la doctora Laura Suchil Bernal, jefa del Departamento de Vinculación y al frente del proyecto de supervivientes de cáncer de ese instituto.

Sin embargo, los supervivientes se enfrentan a afecciones físicas, emocionales y sociales que impactan su calidad de vida y requieren ser atendidas. El terminar el diagnóstico y no tener actividad tumoral no quiere decir que ha concluido ya todo el proceso de la enfermedad, sino que se ha caminado o se ha hecho parte de ese viaje, dijo.

Con base en la información compartida por las 3 mil 500 personas inscritas en el registro de supervivientes de cáncer del Incan, la doctora expuso que entre 30 y 40 por ciento de los pacientes tienen alguna secuela física, que de alguna manera se refleja en su vida, con todo y que no sea incapacitante.

Un alto porcentaje de ellos sufre fatiga y esto está de acuerdo con la literatura internacional, donde la pérdida de energía y cansancio en otras series, como en España y Estados Unidos es de 80 por ciento.

Otras afecciones relacionadas con la quimioterapia son la pérdida de memoria que afecta a 30 por ciento de los sujetos que tenemos en el registro y la neuropatía, disminución de la sensibilidad que afecta alrededor de 20 por ciento de los enfermos.

La sexualidad es otra de las áreas afectada. Lo vemos casi en 60 por ciento de los casos, lo cual es un poquito más elevado que en otras serie que hemos revisado, como las españolas, pero que puede estar condicionado porque la mayoría de nuestros registros son de mujeres y éstas están sometidas sobre todo a cirugías del tipo de la mastectomía y a tratamiento hormonal.

En lo emocional, se calcula que 80 por ciento de los supervivientes tiene miedo a la recurrencia. Además, hay otros aspectos como la preocupación por los cambios físicos que afecta a la tercera parte de los participantes, depresión o angustia que también afecta a 60 por ciento.

En lo social, poco más de 30 por ciento dice que ha llegado a sentir discriminación en el trabajo o que de alguna manera se les estigmatiza. “Muchos perdieron el empleo y algunos no han podido reinsertarse en él.

Suchil Bernal dijo que no existe aún un plan nacional para quienes sobreviven al cáncer, pero se prevé forme parte del plan integral su prevención y control. Sin embargo, reconoció que los servicios de salud tendríamos que empezar a desarrollar las estrategias para atender a estas personas.

El 70 por ciento de los supervivientes de cáncer registrados en el proyecto del Incan son mujeres, la mayoría de la población tiene al menos 60 años de edad, expuso Suchil Bernal.

Las entidades de donde residen la mayor parte de los participantes son en el estado de México y en Ciudad de México.