El Museo Leopold inauguró el jueves pasado la muestra Viena en 1900, dedicada a los pintores más reconocidos de esa ciudad de principios del siglo XX, y en el contexto de la celebración del Modernismo vienés en Austria.

La exposición, que concluirá en junio, reúne obras de Gustav Klimt (1862–1918) y Koloman Moser (1868–1918), así como trabajos de expresionistas innovadores, entre ellos Richard Gerstl (1883–1908) y Oskar Kokoschka (1868–1980) en el recinto que cuenta con una de las colecciones más importantes del autor de El beso, como adelantó La Jornada (11/1/18).

La exhibición integra obras importantes de Gustav Klimt, incluidas Death and Life, de 1911, y paisajes como On lake Attersee, de 1900; lago ubicado en la alta Austria donde Klimt solía pasar sus veranos.

También se aprecian pinturas de Koloman Moser, como la Venus in Grotto (1914). La muestra también es un escaparate excepcional de ejemplos de diseños que incluyen muebles, artesanías y carteles hechos por Moser, el hombre de los mil talentos y cofundador de La Wiener Werkstätte, agrupación de artistas visuales, arquitectos y diseñadores establecida en Viena en 1903 con la finalidad de formar artistas en diferentes disciplinas.

Después del éxito que tuvieron exhibiciones de Richard Gerstl en la galería Schirn Kunsthalle, en Frankfurt, y en la Neue Galerie, en New York, regresa su obra al Leopold Museum. Entre las piezas que se exponen destacan sus dos autorretratos a gran escala, Semi nude (1904) y Nude (1908).

Oskar Kokochka, considerado el niño malo de la escena artística vienesa del siglo XX, sobresale en la muestra con sus extraordinarios autorretratos, por ejemplo One Hand Touching the Face (1918), expresión de las dudas y cuestionamientos que el artista tenía respecto del arte Austriaco rumbo a una nueva era.