uién hará la campaña de José Antonio Meade en Baja California? La respuesta natural sería: el Partido Revolucionario Institucional (PRI) y sus aliados, el Verde Ecologista de México y Nueva Alianza. Sin embargo, los dos últimos no tienen presencia en la entidad y el tricolor, dividido en dos grandes grupos, está controlado por el que encabeza Jorge Hank Rhon.

La otra facción, que comanda Fernando Castro Trenti, embajador en Suiza y ex candidato a la gubernatura, perdieron el control del partido en la pasada elección interna. Castrito, como llama Jorge Hank al embajador, tiene una vieja relación con Meade, gracias a la cual, una vez derrotado en los comicios de 2013, pudo abandonar el estado y representar a México, primero en Argentina y ahora en Suiza.

En Baja California el hankismo se alió con el Partido Acción Nacional para derrotar a Castro Trenti, y obtuvo varias posiciones de primer nivel en la administración del gobernador panista Franciso Vega de Lamadrid. Ni siquiera el Partido de la Revolución Democrática (PRD), que lo acompañó en las boletas –y todavía no había frente– consiguió lo que el dueño del Grupo Caliente. También es cierto que el PRD no existe en el estado.

La rivalidad ente los dos grupos del PRI se inició hace casi 12 años, cuando Hank Rhon perdió la gubernatura, también frente al PAN. El embajador fue su jefe de campaña y se habló mucho de que los recursos destinados a movilizar a los priístas el día de los comicios nunca llegaron a su destino. Después Hank buscó que su esposa, María Elvia Amaya –quien murió en 2012 y sólo fue diputada federal ocho días– fuera senadora. No lo consiguió y eso terminó de lastimar la relación entre ambos porque Castro Trenti era el dirigente estatal del PRI y Hank consideró que maltrató a su esposa. ¿Estarán los hankistas dispuestos a fortalecer a Castro Trenti?