Los robos a casas y asaltos a negocios y pobladores se incrementaron: habitantes
Ante la poca respuesta de agentes, se han formado guardias comunitarias
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Jueves 25 de enero de 2018, p. 36
En San Bartolomé Xicomulco, delegación Milpa Alta, pareciera que los asaltos a casa-habitación y los robos a negocios y a transeúntes son más que el número de calles que tiene. En este pueblo –el más pequeño de esta demarcación– la gente ya está harta
y desesperada
de tanta delincuencia, y por eso formaron algunas guardias comunitarias
, e incluso han llegado al punto de hacer justicia por su propia mano
, como el lunes anterior, cuando estuvieron a punto de linchar a un presunto ladrón.
En recorrido por el lugar y en entrevista con amas de casa, estudiantes, comerciantes y líderes vecinales el reclamo es el mismo: más seguridad pública
. Y coinciden en dos puntos: añorar los años en que ni policías había porque todo era muy tranquilo
, y que casi nadie se ha salvado de ser asaltado o sufrir un robo
. Lo peor es que pocos denuncian.
Graciela Huesca, ama de casa, considera que la situación se agravó desde que se instaló la estación de policía –sobre la avenida 5 de Mayo– hace un año y medio, pues “se desataron los delitos y la policía no hace nada; les llamamos y nunca llegan; denunciamos y dicen que mientras no sea in fraganti no los pueden detener, y cuando la gente detiene a los asaltantes y los lleva ante la policía, al rato ya andan libres”.
Pero eso sí –reclama con enojo–, cuando nosotros castigamos a los rateros, entonces sí llegan granaderos, helicópteros, patrullas y hasta gas lacrimógeno nos lanzan o nos disparan balas de goma, como pasó el lunes. ¡Ya basta, que mejor nos den seguridad! Hay días que hasta siete delitos se cometen. Que si a alguien ya le quitaron en la calle su celular, que si ya se metieron en la casa de alguien, que si ya robaron la tienda...
.
Rosario Enciso, oriunda de este lugar, precisa que la falta de luminarias en algunas calles ocasiona que los pobladores sean más vulnerables, sobre todo los jóvenes que desde temprano salen a pie a sus escuelas y los despojan de sus celulares, bolsas o carteras.
Manifiesta que cuando llegó la estación de policía pensaron que habría más seguridad, pero no; ahí están los policías parados, no hacen nada, no acuden a ayudar a la gente y de tantos robos hay miedo, temor y angustia, por eso, cualquier flamita es suficiente para una explosión, como el lunes pasado
.
Ramiro Caldiño, líder vecinal de San Bartolomé Xicomulco, sostiene que hay mucha gente que ha sufrido un delito, y cita que hasta las mismas oficinas de la coordinadora territorial, Josefina Castro –quien representa al pueblo frente a las autoridades administrativas–, fueron asaltadas recientemente.