En el poblado de Jaimanitas, en La Habana, Cuba, el pintor y escultor José Antonio Rodríguez Fuster encabeza el proyecto comunitario La alegría de vivir o Fusterlandia, con el cual ha logrado convertir el lugar en atractivo turístico. Desde hace 25 años, una parte de las ganancias por las ventas de las obras del artista –quien se considera fruto de la revolución encabezada por Fidel Castro– se utilizan para mejorar la localidad, donde las fachadas de las casas muestran su huella, con influencias de Picasso y Gaudí Foto Xinhua