Calculan hasta 5.90 metros de desbordamiento, no más
Lunes 29 de enero de 2018, p. 36
París.
París se mantenía en alerta ante la crecida del río Sena, del cual se esperaba que alcanzara su nivel máximo entre la noche del domingo y este lunes, aunque lejos de su récord histórico, antes de que empiecen las aguas a bajar lentamente.
Se prevé que el nivel del Sena –que bordea museos como el del Louvre y Orsay, además de monumentos y ministerios– suba entre 5.85 y 5.95 metros, lo que significa más de cuatro metros por encima de lo normal, indicó ayer el organismo que vigila estos fenómenos.
El incremento del nivel del agua es menor que el alcanzado en junio de 2016 (6.10 metros), cuando hubo serias inundaciones y ni se aproxima al temido récord de 1910, cuando llegó a 8.62 metros.
El aumento ahora es lento y el nivel máximo de la crecida debe ocurrir en la tarde o en la noche
de ayer, subrayó el prefecto de París, Michel Delpuech, en conferencia de prensa. Precisó que el nivel que alcanzaría el Sena rondaría entre 5.80 y 5.90 metros o un poco más, pero no pasará
de esa marca.
El agua alcanzó este domingo los muslos de la célebre estatua de un guerrero zuavo en el Puente del Alma, que sirve de referencia a los parisinos para medir las crecidas del río.
Barcos anclados
No muy lejos de ese puente, cerca de la Torre Eiffel, los barcos turísticos están anclados tras la prohibición de navegar.
Las orillas del Sena, frecuentadas por peatones y ciclistas, así como los muelles, de los cuales algunos sirven para ingresar a restaurantes flotantes, están bajo el agua y apenas sobresalen señalizaciones, la estructura de algún juego infantil o basureros a la deriva.
Tras un incidente, el sábado, cuando dos personas fueron descubiertas a bordo de una canoa hinchable, las autoridades recordaron que está prohibida la navegación e insistieron en alertar del peligro que supone bañarse o abordar cualquier tipo de embarcaciones en las condiciones actuales.
Aguas arriba de la capital, la situación mejoraba poco a poco, aunque unas mil personas tuvieron que ser evacuadas en la región parisina los días pasados.
El descenso del río podría ser muy, muy lento
, advirtió Colombe Brossel, adjunta en el departamento de Seguridad de la alcaldía de París.
Volver completamente a la normalidad va a llevar semanas
, dijo el jefe de servicios del Estado encargado del Medio Ambiente en la región, Jérome Goellner.
Con respecto al transporte público, siete estaciones parisinas del tren RER C (de cercanías), una de las líneas más frecuentadas, están cerradas hasta nuevo aviso.
Las crecidas que afectan a diferentes regiones de Francia se produjeron tras precipitaciones extraordinarias en suelos que ya estaban saturados de agua.
Según el centro de meteorología nacional, de diciembre a enero ha sido uno de los lapsos más lluviosos desde que comenzaron a recopilarse datos, en 1900.
El nivel de precipitaciones se ha multiplicado por dos en algunas partes del país, incluido París, donde han caído 183 milímetros de lluvia desde el 1º de diciembre.
Para esta semana se pronostica menos lluvia.