Se esfuma el diputado de los 500 millones
Cofece multa a empresas que se llevaron al baile hasta a Los Pinos
Cuando las irritantes redes callaron
¡Aguas con los rusos
!
Contra AMLO, continuidad sucia
Petróleo ya cedido a extranjeros
Peña y Reynosa; Cienfuegos y Veracruz
La ruta de la seda polar
de China: un país casi ártico
¿Y el 5 por ciento?
Economía famélica
BCS: ¿el paraíso?
l comisionado Nacional de Seguridad, Renato Sales, informó ayer que el gobierno mexicano recibió una petición del estadunidense para permitir la presencia de agentes armados con pistolas eléctricas en vuelos comerciales entre ambos países y en aerolíneas de la nación vecina. El asunto ameritó poco después una ampliación por parte del secretario de Relaciones Exteriores, Luis Videgaray, quien confirmó la existencia de la solicitud, que ha sido formulada varias veces; negó que las pláticas correspondientes formen parte de la renegociación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) y dijo que “no vamos a negociar ese tratado a cambio de los ‘air marshals’”, como se ha denominado a esos policías aéreos.
A Marco Antonio, sano se lo llevaron, sano lo queremos
iguel Ángel Mancera Espinosa, jefe de Gobierno de Ciudad de México, y Alfredo del Mazo Maza, gobernador del estado de México: La violencia en nuestro país y particularmente en el área metropolitana que incluye a Ciudad de México y el estado de México, es de tales dimensiones que no alcanzan ya las palabras para nombrar su gravedad.
u caso no es aislado. Los tortuosos días vividos por el estudiante Marco Antonio Sánchez Flores y su familia revelan los laberintos que han debido sufrir otros jóvenes, hombres y mujeres, en Ciudad de México que para su desgracia han sido víctimas de algunas redes policiacas.
n la conspicua y reciente fotografía de ex secretarios de la hacienda pública destacan dos personajes. Uno, formado fuera de los circuitos internos de esa burocracia y llegado ahí con la ambición de asaltar el poder. Otro, que transitó por varios de sus conductos y niveles para, después, emprender una que ha resultado azarosa y singular aventura. El primero, Luis Videgaray C., llegó sin pasar lista entre los rangos inferiores y, por tanto, sin los pergaminos de rigor que le sustentaran su tentativa de tan alto vuelo. No era, sin embargo, extraño a esa grey de iniciados financieros. Exhibió, como muchos de ellos, título de doctor en economía por universidad estadunidense de prestigio. Siendo diputado se ocupó de los trasiegos presupuestales que lo familiarizaron con el oficio hacendario. Habría que añadir sus anteriores funciones como secretario de Finanzas del Edomex. Fungió, durante cierto tiempo, como asesor externo a ese gobierno estatal en similares asuntos. Siempre alejado del bullicio popular ganó la entera confianza del, en ese entonces, aspirante priísta que lo llamó a su campaña. La palanca empleada por Videgaray en su intento de escalar hacia la cúspide fue la indispensable designación presidencial. Era ya para entonces el capitán de un equipo en imponer sus designios y primacías de mando.
in del ciclo progresista
, restauración conservadora, guerra jurídica en América Latina. Me temo que las polémicas que suscitan tales premisas, empiezan a desbordar sus marcos teóricos.
l martes pasado fui por unos días a Matamoros, Tamaulipas. No conocía.
urante los siglos VIII y XV predominó en Europa un sistema político y económico que ha recibido el nombre de feudalismo. Era un sistema organizado alrededor de la propiedad de la tierra, a cambio de esquemas de vasallaje, protección, trabajo y distribución de la producción agrícola. En la clásica descripción de Marc Bloch, el esquema jerárquico giraba alrededor de los tres estamentos de la sociedad: nobleza, clero y productores del campo. Típicamente los señores feudales, firmemente aposentados en sus castillos, prestaban protección a los productores agrícolas a cambio de trabajo directo o de un tributo que era pagado en especie.