Cuando tenía 14 años, Berenice Pineda sobrevivió al cáncer infantil. Fue intervenida en el Hospital Regional de Morelia del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (Issste) por el médico Ismael Padilla, quien le extirpó el ovario izquierdo y el apéndice al diagnosticarle un tumor germinal maligno.

En conferencia de prensa, Farina Arreguín, jefa de servicio de Oncología Pediátrica y titular de la Estrategia Nacional Clínica de Su­pervivientes a Cáncer Pediátrico, señaló que el Issste supera la media nacional de sobrevivencia en cáncer infantil, ya que siete de cada 10 pacientes logran salvar la vida.

Esta mejora –añadió– se ha logrado gracias a la detección y atención oportunas conseguidas con campañas de información a padres de familia en las estancias de bienestar y desarrollo infantil.

Además, se ha debido a la capacitación en identificación de síntomas de sospecha de cáncer a médicos generales y agilización del tiempo de referencia de los pacientes de sus unidades médicas al Servicio de Oncología del Centro Médico Nacional (CMN) 20 de Noviembre, que se redujo de 120 días a siete para que los pacientes lleguen al centro de atención especializado.

Internamiento y rehabilitación

A Berenice, por ejemplo, luego de la operación le brindaron atención oncológica en el CMN, donde estuvo internada una semana para practicarle un escaneo integral y aplicarle tres ciclos de quimioterapia como tratamiento.

Para una rehabilitación integral la remitieron a la Clínica de Sobrevivientes a Cáncer Pediátrico, del mismo CMN, donde con apoyo de especialistas venció la enfermedad. Seis años después, se casó, estudia sicología y tiene un hijo de tres años. A la fecha recibe atención sicológica, supervisión de embarazo y parto, atención multidisciplinaria en los servicios de oncología, cirugía, endoscopía, ginecología y endocronología, entre otros.

Los padecimientos oncológicos son la primera causa de muerte por enfermedad en la edad pediátrica y los tumores de células germinales, grupo al que pertenece el teratoma inmaduro o cáncer de ovario que presentó la joven, constituyen cerca de 3 por ciento de los padecimientos oncológicos que afectan a los infantes, pero en el rango de edad de 15 a 19 años su incidencia aumenta a 14 por ciento.

Berenice es una de las 174 pacientes atendidas con abordaje multidisciplinario de vanguardia en esta clínica, única de su tipo en México, cuyo objetivo después de curar el cáncer es detectar secuelas físicas, sicológicas y sociales en los pacientes y rehabilitarlos para que sean adultos saludables y productivos, ya que 90 por ciento de los sobrevivientes llegan a presentar una o más secuelas ocasionadas por la enfermedad y los tratamientos.

Acciones oportunas

José Antonio Soto Gómez, coordinador de Cirugía del Hospital Morelia, afirmó que en este caso la sospecha diagnóstica e intervención quirúrgica oportuna y de emergencia fueron decisivas para un buen pronóstico, pues la cirugía es la piedra angular del tratamiento, seguida de quimioterapias.

Agregó que a la paciente por ser menor de edad se le aplicó una técnica quirúrgica conservadora para preservar su fertilidad, en la que no tocaron el útero ni el ovario derecho, por lo que en su momento pudo embarazarse.

Al cierre de 2017, la Clínica de Sobrevivientes a Cáncer Pediátrico registra 171 pacientes de todo el país, en ese mismo periodo otorgó 587 consultas.