A 10 meses de que concluya la actual administración federal, la Secretaría de Educación Pública (SEP) instó a las autoridades estatales del sector a resolver los cuellos de botella en la reconstrucción de planteles dañados por los sismos de septiembre y fijó el 18 de febrero como fecha límite para la distribución de tarjetas de débito con recursos para atender daños menores en los centros escolares de 10 entidades, cuyo monto estimó el Instituto Nacional de la Infraestructura Física Educativa (Inifed) en 570 millones de pesos.

Al inagurar los trabajos de la 40 reunión nacional plenaria ordinaria del Consejo Nacional de Autoridades Educativas (Conaedu), los cuales se llevaron a cabo a puerta cerrada, Otto Granados Roldán, titular de la SEP, llamó a sus colegas en el país a apretar el paso para cumplir también diversas metas sexenales, como la aplicación de los nuevos planes y programas de estudios en forma escalonada, a partir del ciclo 2018-2019, que se inicia en agosto próximo, por lo que destacó la importancia de fortalecer las acciones de capacitación de docentes y directivos.

También anunció que se definirán las prioridades del programa Escuela al Centro para 2018 e informó que se impulsará una nueva estrategia para mejorar los resultados del aprendizaje de jóvenes de 15 y 16 años, quienes participarán en la próxima aplicación del Programa Internacional de Evaluación de los Alumnos (PISA, por sus siglas en inglés), en abril próximo, lo que incluye no sólo una fase de entrenamiento para resolver la prueba estandarizada, sino de motivación.

Pese a reconocer que hace más de año y medio un centenar de expertos (en evaluación) publicaron una carta en un diario inglés manifestando sus puntos de vista sobre la solidez de esta prueba, aseguró que más allá de las críticas de carácter técnico y metodológico sobre PISA y de que algunos países que han participado anunciaron que no lo harán este año, lo que queremos es que chicos de 15 y 16 años tengan el mejor desempeño posible, por lo que tenemos que hacer una acción muy rápida.

En entrevista por separado, los secretarios de Educación de Guerrero, José Luis González de la Vega Otero, y Delio Peniche, de Yucatán, reconocieron que los estados enfrentan una agenda dura, porque vienen tiempos difíciles, pues no podemos sustraernos de que tenemos un semestre electoral. Sin embargo, aseguraron que vamos a dar nuestro mejor esfuerzo, porque tenemos que apretar el paso, sobre todo por el enorme reto que es la aplicación del nuevo modelo educativo.

En cuanto a las afectaciones a la infraestructura educativa tras los sismos, Granados Roldán enfatizó que es necesario validar por estado las cifras del regreso a clases.