Sólo en 5 por ciento de las investigaciones que inicia la Procuraduría General de la República (PGR) en la Ciudad de México por portación de arma de fuego se determina prisión preventiva a los presuntos responsables, señaló el jefe de Gobierno capitalino, Miguel Ángel Mancera, quien se pronunció por blindar al país de la entrada ilegal desde Estados Unidos de esos artefactos: Hagamos un muro contra las armas.

En conferencia de prensa en el Antiguo Palacio del Ayuntamiento, detalló que de 634 carpetas de investigación iniciadas por este ilícito en enero de 2017, al 24 del mismo mes de este año sólo en 31 casos los inculpados fueron a la cárcel como medida cautelar.

Al preguntarle sobre la existencia del mercado negro de armas en la capital, el titular del Ejecutivo local manifestó que se han realizado operativos en las delegaciones Cuauhtémoc e Iztapalapa, en los que se ha detenido a personas en posesión hasta de siete armas, pero que hasta ahora no se han dado casos de haber encontrado bodegas con armamento.

Sin embargo, dijo, un punto importante es detener el flujo de estos artefactos desde la frontera norte. Mientras sigan entrando armas de Estados Unidos, pues va a seguir habiendo mercado (negro), porque ahí las encontramos, tanto armas cortas como largas, expuso.

Señaló que por laxa que sea la ley, quienes tienen un arma con la intención de cometer un delito saben que tienen un riesgo menor por la portación, por lo que apremió a la Cámara de Diputados a reformar la legislación en la materia para endurecer las penas de este delito.

Según las estadísticas presentadas por Mancera, las armas decomisadas en los pasados 13 meses sumaron 855, de las cuales 76 por ciento son pistolas y 19 por ciento revólveres, la mayoría calibre 38 y 9 milímetros. Asimismo, 79 por ciento de las puestas a disposición ante el Ministerio Público las realizaron la Secretaría de Seguridad Pública y la Procuraduría General de Justicia capitalinas.

Por otra parte, las medidas cautelares que prevalecen por la comisión de este delito tienen que ver con la presentación periódica del imputado ante el juez, la aplicación de una fianza y la prohibición al acusado de salir del país, es decir, que son liberados en cuestión de horas.

Asimismo, 56 por ciento de las armas decomisadas fueron fabricadas en Estados Unidos, 22 por ciento en Italia y el resto en Alemania, México, Brasil, Bélgica, España y Francia.