La Unidad Iztapalapa de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM) pasa por una situación de emergencia a raíz del sismo del 19 de septiembre, que dañó gravemente el edificio S del campus y en los próximos años requerirá un esfuerzo excepcional para reconstruir la sede, dijo ayer Rodrigo Díaz Cruz, nuevo rector de la unidad.

El edificio S albergaba laboratorios y equipo científico especializado, que tuvo que ser reubicado por los daños del sismo.

Al tomar posesión del cargo para el periodo 2018-2022, Díaz Cruz planteó que frente a las restricciones presupuestales nuestra circunstancia y tiempo presente nos obliga a repensar el lugar de la universidad pública en el escenario nacional: concebirla como agente de transformación social.

También dijo que la inseguridad se ha agudizado en las últimas dos semanas en el entorno de la UAM Iztapalapa, pues se ha incrementado el índice de asaltos a miembros de la comunidad universitaria en los microbuses o en las calles aledañas a la unidad.

Emanuel Haro Poniatowski, presidente en turno de la Junta Directiva de la UAM, señaló que además del sismo y la inseguridad, se han detectado otras inquietudes entre la población universitaria, como la necesidad de fortalecer el sentido comunitario, reconocer y fortificar la defensoría de los derechos humanos, fomentar la equidad de género, enfrentar los desafíos de la docencia y reconocer el papel fundamental de los jóvenes.

Haro Poniatowski sostuvo que el nuevo rector expresó algunas ideas importantes para la Junta, como la de acabar con el modelo que favorece la cantidad y los números y en su lugar considerar la vinculación como función sustantiva de la universidad.

En la ceremonia estuvieron Octavio Nateras Domínguez, rector saliente de la UAM Iztapalapa, Eduardo Peñalosa Castro, rector general de la UAM, y otros funcionarios universitarios.