Brasilia.

El Senado brasileño aprobó este miércoles holgadamente la intervención militar del área de seguridad del estado de Río de Janeiro, cada vez más cuestionada por su presunta improvisación y por los riesgos que podría plantear para las garantías constitucionales.

Los senadores respaldaron por 55 votos en favor, 13 en contra y una abstención el decreto emitido el viernes pasado por el presidente brasileño, Michel Temer, después de que el propio gobernador de Río admitió que las fuerzas de seguridad bajo su autoridad se vieron desbordadas por la violencia durante el carnaval.

El decreto entrega a las fuerzas armadas el mando generalizado sobre la seguridad en Río de Janeiro hasta finales de 2018, con el argumento de que la violencia ha escalado en la ciudad.

La intervención, inédita desde el retorno de la democracia en 1985 tras 21 años de dictadura militar, retira al gobernador el control de todas las fuerzas de seguridad y las pone en manos de un general del ejército, que reportará al presidente Temer.

El ex presidente Luiz Inácio Lula da Silva dijo que las fuerzas armadas no están preparadas para hacerse cargo de la seguridad pública, y aseguró que la decisión de intervenir militarmente en Río de Janeiro es sólo pirotecnia e interés político del presidente Temer.

El ejército es para defender la soberanía de un país, no para enfrentar a los pobres en las periferias, señaló el ex mandatario que esta tarde lanzará su precandidatura a la Presidencia de la República.