El Comité HIJOS México realizó este sábado un acto para conmemorar los 40 años de la desaparición forzada de Benjamín Maldonado Santos, estudiante universitario que fue detenido por la extinta Dirección Federal de Seguridad (DFS), acusado de pertenecer a la guerrillera Liga Comunista 23 de Septiembre.

Ante el edificio del cual se llevaron a Maldonado el 27 de febrero de 1978, muy cerca de donde se encuentra la estación Xola del Metro, familiares de la víctima y activistas de HIJOS reivindicaron su memoria y colocaron una calcomanía de vinil en el piso, semejando una placa de azulejos.

En ella, se recordó que en dicho sitio la víctima fue desaparecida por el terrorismo de Estado mexicano. Al lado se colocaron también las huellas de los zapatos de Benjamín Maldonado y los de su hermana Ofelia, quien ofreció su testimonio de lo que significó esta desaparición para su familia, y de la manera en que fue detenido y llevado con engaños por agentes de la DFS.

Como acto de reivindicación, en este espacio señalamos el lugar donde el Estado mexicano cometió la desaparición forzada de Benjamín, y no sólo eso, sino donde él pasó, trabajó, tuvo amigos, persiguió sus sueños. El deber de seguir haciendo memoria no debe recaer sólo en los familiares, sino en la sociedad, porque es un acto que nos afecta a todos, subrayó en entrevista Valentina López, integrante de HIJOS México.

La activista puntualizó que la impunidad en que permanecen miles de casos de desaparición en la actualidad es un producto directo de la falta de castigo a las que ocurrieron en décadas anteriores.

Es imposible que hayamos llegado a este nivel de desapariciones, tan cotidiano y masivo, si no vemos que han ocurrido al menos desde 1969, cuando tenemos el registro del primer caso de desaparición forzada. Todos los gobernantes, desde entonces, la han practicado y perpetúan la impunidad de su sexenio y los anteriores, enfatizó.

Con respecto a si este fenómeno ha aumentado en el gobierno de Enrique Peña Nieto, López afirmó que no sabríamos decir si fue mejor o peor que otros, pero los casos se siguieron acumulando. Sí vemos un mayor conocimiento social del tema, pero es triste, porque se debe a que esto se ha hecho masivo, y eso es doloroso y lamentable.