Editorial
Ver día anteriorLunes 5 de marzo de 2018Ver día siguienteEdiciones anteriores
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Italia: paso a la incertidumbre
L

os resultados parciales de las elecciones legislativas realizadas ayer en Italia dejan entrever un futuro político incierto, caracterizado por un retroceso del hasta ahora gobernante Partido Democrático (PD) del ex primer ministro Matteo Renzi (que obtendría 21 por ciento de los sufragios) y de sus potenciales aliados de la formación progesista Libres e Iguales (LeU) (4 por ciento, según sondeos a pie de urna); el estancamiento de los partidos derechistas Liga Norte y Forza Italia, del proscrito Silvio Berlusconi, que obtendrían 15 por ciento de los votos cada uno –y que podrían sumar hasta 35 por ciento con el apoyo de la organización ultraconservadora Hermanos de Italia–, y el crecimiento espectacular del Movimiento 5 Estrellas (M5S, por sus siglas en italiano), que habría recibido 33 por ciento o más del respaldo ciudadano.

Así las cosas, el panorama político de la nación mediterránea entra en un difícil impasse con tres posibles coaliciones de gobierno, ninguna de las cuales podría mantenerse en la primera magistratura sin una negociación con pequeños partidos o con otra de las tendencias principales.

Respecto del sentir popular, es claro que en las elecciones de ayer volvió a manifestarse el corrosivo hartazgo ciudadano que primero desalojó del gobierno a las formaciones de derecha en que se apoyaron las sucesivas administraciones de Berlusconi y posteriormente dio la puntilla al centrismo representado por Renzi y por el primer ministro saliente, Paolo Gentiloni.

En contraparte, el respaldo ciudadano al Movimiento 5 Estrellas puede explicarse como la exasperación ante la extendida corrupción de la clase política, el llamado euroescepticismo –que cada día gana terreno en otros países del Viejo Continente–, el descrédito de las instituciones de la democracia representativa y el desgaste de las posiciones clásicas de izquierda y de derecha, estados de ánimo de los cuales ha sabido tomar partido el M5S, agrupación fundada por el cómico Beppe Grillo y actualmente encabezada por Luigi Di Maio, que paradójicamente se presenta como una organización contraria a los partidos políticos y al sistema electoral en general.

En los próximos días, al calor de las negociaciones para la formación de un nuevo gobierno, se verá hasta qué punto es genuino el carácter antisistema del M5S y a dónde será capaz de llevar el PD su determinación –anunciada antes de los comicios– de pasar a la oposición en caso de que no logre obtener el número de sufragios requerido para mantener la primera magistratura, algo que, en efecto, no ha conseguido. Cabe esperar, en todo caso, que esas dos fuerzas sean capaces de entender la necesidad de confluir para evitar una nueva administración berlusconista y, con ello, un nuevo descrédito mundial para el Estado italiano.