El tráfico de especies ha rebasado a las autoridades en México, pues contar con una legislación ambiental sólida y diversos mecanismos para vigilar y sancionar su incumplimiento no ha sido suficiente para atender el problema, coincidieron en señalar legisladores y autoridades.

En el foro Retos y oportunidades en torno al tráfico ilegal de vida Silvestre, el senador priísta Jesús Casillas destacó que informes del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente apuntan que cada año más de 350 millones de especies y plantas son vendidas en el mercado negro, debido a que ese tipo de actividades son sumamente redituables.

Refirió que no es de sorprender que tan sólo el tráfico de fauna, que constituye una de las formas más lucrativas, represente un valor mundial de entre 7 mil y 23 mil millones de dólares.

Casillas señaló que a pesar de que México se ubica en los primeros lugares del planeta con mayor diversidad de reptiles, plantas, mamíferos, anfibios, aves y especies endémicas, también estamos dentro de la lista de países cuyas especies son las más traficadas en el mundo, como es el caso de guacamayas, loros, tucanes, orquídeas, monos, ocelotes, tarántulas y reptiles.

La presidenta de la Comisión Especial de Cambio Climático, la panista Silvia Garza Galván, manifestó: nos encontramos en una época crítica en la historia del planeta; la pérdida de la biodiversidad representa uno de los retos más importantes de nuestros tiempos, asociados al cambio climático y a sus efectos sobre los ecosistemas.

Detalló que el tráfico ilegal de especies es uno de los comercios ilícitos más grandes, sólo detrás de las armas, las drogas y la trata de personas.

Asimismo, Garza Galván expuso que la pérdida de la fauna está generando una extinción masiva de especies, la sexta extinción masiva, la cual es grave y está generando pérdidas de 10 a 100 veces mayores a los procesos naturales observados. Lo mismo que vemos en el fenómeno del cambio climático.