Buenos Aires.

El represor Miguel Etchecolatz, uno de los símbolos de las atrocidades perpetradas durante la pasada dictadura militar en Argentina (1976-1983), regresó este sábado a la cárcel, tras gozar dos meses del beneficio de prisión domiciliaria.

Etchecolatz fue alojado nuevamente en el penal de la localidad de Ezeiza, en las afueras de Buenos Aires.

Fue trasladado bajo una amplia custodia desde la ciudad de Mar del Plata, donde residió dos meses en una casa en la zona del bosque Peralta Ramos.

Vecinos y defensores de derechos humanos se congregaron por la madrugada frente a la puerta de la vivienda de Etchecolatz. Asesino, vuelve a la cárcel y Se hizo justicia, gritaron los manifestantes cuando el represor fue sacado con casco y chaleco antibalas por efectivos del Servicio Penitenciario Federal.

La revocación de la cárcel domiciliaria fue ordenada por la cuarta sala de la Cámara Federal de Casación Penal, con el voto de dos de los tres integrantes del tribunal, quienes opinaron que el estado de salud de Etchecolatz, de 88 años, no le impide permanecer en un reclusorio común recibiendo la atención y los controles médicos adecuados.

Además, los jueces dijeron que el arresto domiciliario otorgado a finales de 2017 a Etchecolatz por otro tribunal de instancia judicial inferior estuvo sustentado en afirmaciones forzadas, sin explicación puesta en favor del represor, y que no fueron comprobados los tratos crueles, inhumanos y degradantes que el ex policía argumentó había sufrido en prisión.

El arresto domiciliario provocó el repudio de organismos defensores de los derechos humanos en Argentina y de la gran mayoría de los vecinos.

Etchecolatz es uno de los represores más conocidos de la pasada dictadura militar argentina, condenado en varias ocasiones a penas de prisión perpetua por delitos de lesa humanidad.

Varias manifestaciones de protesta protagonizadas por vecinos del barrio Peralta Ramos, de Mar del Plata, y por organismos defensores de las garantías básicas habían reclamado el regreso a la penitenciaría.

En plena temporada veraniega en Mar del Plata, principal punto turístico de la costa atlántica de la provincia de Buenos Aires, miles de turistas se sumaron a las marchas.