Madrid.

Miles de jubilados españoles volvieron a manifestarse este sábado en ciudades de todo el país, en el contexto de una movilización sin precedente en demanda de pensiones dignas que correspondan con el costo de la vida en esta nación.

Sindicatos y agrupaciones de trabajadores retirados convocaron a protestas multitudinarias en un centenar de poblaciones grandes y pequeñas de todo España para exigir que sus pensiones aumenten de acuerdo con la inflación.

Pese a la lluvia y el frío, los inconformes marcharon en Madrid tras una gran pancarta que tenía la leyenda: Proteger las pensiones en la Constitución. Igualmente, miles tomaron las avenidas principales de Barcelona y otras urbes españolas, donde muchos manifestantes argumentan que el aumento de 0.25 por ciento de 2017 a las pensiones fue insuficiente.

No se puede consentir que el gobierno siga empobreciendo a los pensionistas, quienes pierden poder adquisitivo cuando la economía crece a un ritmo de 3 por ciento y los precios se sitúan en 1.1 puntos porcentuales, señaló el sindicato Unión General de Trabajadores.

Esta es la segunda ola de protestas de jubilados por un aumento en semanas recientes, lo cual supone una fuerte presión sobre el gobierno del presidente derechista Mariano Rajoy, del Partido Popular (PP), quien dijo que el año pasado se pagaron 139 mil millones de euros en jubilaciones, lo cual equivale a 29 por ciento del total del gasto público de la nación.

Los inconformes exigen una revalorización que garantice el mantenimiento del poder adquisitivo de los 8.7 millones de jubilados. Las protestas se dan tres días después de que Rajoy condicionó el incremento de las pensiones más bajas a la aprobación de los presupuestos. Además, adecuar el aumento al índice de precios al consumidor, que para este año se prevé rondará 1.6 por ciento.

Los convocantes pidieron derogar el factor de sostenibilidad, que entrará en vigor en 2019 y vinculará el cálculo de las nuevas prestaciones de jubilación a la evolución de la esperanza de vida.

A la presión en las calles se sumó la oposición, que evidenció a la minoría del gobierno del PP en un asunto muy sensible que podría convertirse en amenaza electoral. Una consigna en la movilización en Madrid fue: Antes de votar, te lo tienes que pensar, aludiendo al peligro que supone para el PP el descontento de los retirados, tradicional sondeador de votos para el partido.

De acuerdo con el sindicato de técnicos del Ministerio de Hacienda Gestha, unos 3 millones de pensionistas, al menos un tercio del total, cobran menos de 8 mil 200 euros anuales, cifra que delimita el umbral de la pobreza. España crece económicamente y no distribuye ese desarrollo entre la mayoría social. Esto lo están pagando los pensionistas y el conjunto de la clase trabajadora. El gobierno no puede seguir alargando las medidas que tomó en el periodo de crisis, porque esto va a provocar un estallido social, subrayó Unai Sordo, secretario general del sindicato Comisiones Obreras.

En este contexto, Madrid enfrentó el viernes las secuelas de los violentos enfrentamientos callejeros registrados tras la muerte de un vendedor informal africano, Mbame Ndiaye, senegalés de 35 años, quien huía de la policía. El deceso y los choques entre agentes antimotines y manifestantes desde el jueves por la noche pusieron de manifiesto la precaria situación de los indocumentados que viven en España.

La alcaldesa de Madrid, Manuela Carmena, anunció una investigación a fondo sobre el deceso del africano, mientras autoridades municipales dijeron que la víctima recibió atención por un paro cardiorrespiratorio que sufrió a una hora no determinada luego de huir de la represión policiaca.