Ginebra.

La Oficina de Derechos Humanos de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) manifestó su preocupación este jueves por la muerte de 68 personas en el incendio del miércoles pasado durante un motín en un penal de la ciudad de Valencia, capital del estado de Carabobo, en el norte de Venezuela, una de las peores tragedias en el sistema carcelario del país sudamericano.

Pedimos a las autoridades que lleven a cabo un rápida y completa investigación para establecer la causa de estas muertes, indicó la ONU en un comunicado.

Además, exhortó al gobierno de Venezuela a indemnizar a los familiares de las víctimas e identificar a los responsables de esta tragedia.

También alertó que en las cárceles del país sudamericano, usadas como centros permanentes de detención, existe hacinamiento generalizado, lo que provoca actos de violencia. Por eso apremió a las autoridades a adoptar medidas para mejorar las condiciones de los presos, con un sistema apegado a las normas internacionales de derechos humanos.

Tarek William Saab, fiscal general de Venezuela, confirmó la madrugada de este jueves en Twitter la muerte de 68 personas, lo que corrigió los 78 decesos reportados antes por organizaciones civiles, y designó a cuatro fiscales para investigar lo sucedido.

Saab no dio detalles del levantamiento, pero reportes de prensa elaborados con testimonios de algunos sobrevivientes, coincidieron en que un grupo de reclusos intentó secuestrar a dos policías para negociar su liberación, pero al no lograrlo se amotinaron y quemaron colchones con la idea de huir.

Las autoridades iniciaron el proceso de notificación y entrega de los cuerpos a los familiares, mientras la oposición y organizaciones humanitarias exigieron una exhaustiva investigación.