Colima, Col.

Al menos 40 mil personas están en riesgo por el azolvamiento de la Laguna de las Garzas, en la zona urbana del municipio de Manzanillo, pese a que la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) ya denunció a la administración portuaria integral de Manzanillo (Apiman) por destrucción del entorno.

Esta laguna es hábitat de cientos de especies de peces, reptiles y aves, muchas de las cuales vuelan desde Canadá y Estados Unidos. A su alrededor se construyeron, entre otros asentamientos, los barrios 1, 2, 3, 4 y 5 del Valle de las Garzas, una de las zonas más pobladas de la entidad desde la década de 1980, cuyos habitantes padecen inundaciones cada temporada de lluvias.

En el Estudio hidrológico e hidrodinámico de la Laguna de las Garzas, realizado por la Apiman y el Instituto Mexicano de Tecnología del Agua, publicado en 2016, se indicó que una obra de desvío construida en la cuenca baja alteró la morfología y dinámica de los cauces naturales en la zona, que además es proclive a la erosión, a la acumulación de escurrimientos y a la transportación de sedimentos.

También se acotó que las lagunas en México tienden a desaparecer y que en la del Valle de las Garzas el crecimiento urbano ha acelerado ese proceso.

En 2007 el gobierno federal autorizó la utilización de 80 hectáreas de esa zona –y la destrucción del mangle que en ella proliferaba– para la ampliación del puerto de Manzanillo. La Apiman prometió entonces una serie de obras de mitigación y rescate de la laguna, pero según la Semarnat, no cumplió ninguna.

Incumplimiento amerita revocar permiso para obras: diputado

Nabor Ochoa López, diputado federal del Partido Verde Ecologista de México (PVEM) y ex delegado de la Semarnat, explicó que entre las obras que debió hacer Apiman destaca el dragado de la laguna, el desazolve y la instalación de compuertas para proteger el vaso lacustre.

De no cumplirse esos compromisos, puede procederse a la revocación de la autorización que se le había otorgado a la Apiman (para ampliar el puerto). Con una sola condición que no se cumpla, la autoridad podrá invalidar la autorización.

Ochoa López agregó que en agosto de 2017, cuando él todavía era delegado de la Semarnat, interpuso una denuncia ante la Profepa (Procuraduría Federal de Protección al Ambiente) en contra de la Apiman y aún seguimos esperando a que cierre el procedimiento.

El legislador federal consideró incomprensible que la Apiman, con todos los recursos del mundo y sacando provecho de la zona, no cumpla. La delegación de la Profepa tiene el deber de vigilar el cumplimiento de las condiciones, incluso a riesgo de que la denuncia sea declarada no procedente.

Hay riesgo grave de inundación por el azolve de la laguna del Valle de las Garzas, y también riesgos para la salud, porque el azolve, en esta época de secas, se convierte en polvo que respiramos.

En febrero de 2017 el Congreso del estado aprobó hacer un exhorto a la Semarnat y a la Profepa para que procedieran contra la Apiman.

La diputada local panista Gabriela Sevilla Blanco dijo que se requiere un estudio de todos los daños ocasionados a la laguna y un plan de rescate, con la participación de autoridades municipales, estatales y federales.