Buenos Aires.

Un nuevo incremento en las tarifas de gas, transporte, peajes, combustible, electricidad y medicina prepagada, mientras los salarios continúan sin actualizaciones, el poder adquisitivo se erosiona y miles de comercios e industrias reciben aumentos a la luz de mil 500 por ciento, crean una situación cada vez más crítica en Argentina.

El incremento al gas acumulará de 80 a 100 por ciento anual, mientras las distribuidoras ganaron 12.6 millones de pesos por día (un dólar equivale a 20.13 pesos argentinos). Los anuncios crearon un escenario de desesperanza, pero también de rebelión en diversos sectores sociales.

A la productora de chocolates Arrufat, una de las empresas recuperadas que en 2009 quedó directamente en manos de una cooperativa de trabajadores, este fin de semana llegó una boleta de luz de 85 mil pesos (unos 4 mil 222 dólares, unos seis sueldos de trabajadores) cuando se había subido en 2017 de 9 mil a 35 mil pesos. Ahora es imposible pagar estas tarifas de luz, gas y agua, más el aumento de 500 por ciento del impuesto municipal, a lo que se agrega una nueva tanda de despidos masivos.

La audiencias públicas requeridas por ley en casos de estos aumentos para que expongan los sectores perjudicados, no son tomadas en cuenta. El gobierno cumple con la cita, pero como no es vinculante, él decide lo que quiere. Los aumentos se darán, sí o sí, como señalan los sindicatos y las distribuidoras calculan que en el caso del gas rondan entre 30 y 45 por ciento sobre los incrementos de 2016 y 2017. Con esta subida se acumulará un ajuste de entre 80 y 100 cien por ciento interanual, ya que los aumentos anteriores fueron en abril y diciembre de 2017.

En el caso de Buenos Aires, la economista Delfina Rossi sostiene que la empresa Metrogas solicitó incrementos que varían de 32.1 a 44.5 por ciento, mientras Gas Natural Ban quiere ajustes de 30.3 a 43.9 por ciento. Si se aprueban, se calcula que en el último año el precio que pagan los usuarios residenciales por el metro cúbico de gas, tendría un incremento de 111.2 desde la asunción de (Mauricio) Macri la tarifa subiría mil 83.3 por ciento, señala Rossi.

Cita las estimaciones publicadas en Página/12, señalando que si un usuario residencial de Metrogas de la categoría más baja consume 80 metros cúbicos pagará en su factura final alrededor de 708 pesos, cuando hace un año pagaba 331.50. Un aumento anual de 113.6 por ciento.

El Banco Central estima una inflación de 19.9 por ciento para 2018, sin considerar el efecto de una posible devaluación del peso. Pero por las dudas mantiene una tasa de interés bastante alta de 27.25 que garantiza los beneficios de quienes manejan los grandes capitales y ahoga aún más a las pequeñas empresas y familias que necesitan acceso al crédito, señala Rossi. El golpe vino también para las universidades, a las que el gobierno cortó 3 mil millones de pesos, con la intención de privatizarlas.