Peter Handke, entre los autores que profundizan en un fenómeno neuróticamente popular
Sábado 9 de junio de 2018, p. 8
Bogotá.
Durante décadas, el futbol ha sido fuente de alegrías, decepciones, enfados y orgullo para los aficionados, a la vez que se ha convertido en mecanismo para contar historias y engrandecer la pasión por el deporte más popular del mundo, un tipo de literatura que se posiciona bien por el éxito en transmitir las emociones por el equipo favorito que está sobre el césped.
Aficionados del mundo no se conforman con ver las jugadas en los estadios y televisores de sus casas, sino que recurren a los libros para inmortalizar jugadas, analizar juegos y, si se quiere, encontrar una voz amiga que les hable al oído sobre lo que desean oír, la historia de sus héroes del balompié.
La literatura tarde o temprano se ocupa de las cosas que le suceden al hombre. Empieza a suceder cuando profundiza, cuando perfora la superficie de lo que sea y busca lo intrínsecamente humano, detrás de la práctica que sea
, dice Eduardo Sacheri, escritor y periodista argentino, autor de La pregunta de sus ojos, también conocido por sus cuentos sobre futbol.
Extender el gozo de la cancha
En este deporte, el hombre exhibe lo que en realidad es, por lo que es un momento mágico para aprovechar y llevarlo a la prosa, señala durante su paso por la Feria Internacional del Libro de Bogotá. No necesariamente tiene que ver con el juego, sino con otras cosas más profundas que se tiene dentro y que se exhiben tangencialmente cuando se juega. Ahí me parece que hay un interés literario para capturar eso y desmenuzarlo.
A su alrededor, las estanterías exhiben portadas de libros que recuerdan campeonatos históricos que permanecen en la memoria y llegan a ser comentados, generación tras generación: allí están Maradona, Cristiano Ronaldo, James Rodríguez, Ronaldinho y Lionel Messi en sus mejores y peores momentos. Una forma de extender el gozo de la cancha a la prosa.
“Hay autores que registran muy bien sobre futbol, como Juan Villoro, Roberto Fontanarrosa, Peter Handke con la novela El miedo del portero ante el penalti”, destaca Andrés Neuman, escritor y poeta argentino.
“Yo no dejo de mirar con asombro este fenómeno globalizado y neuróticamente popular que es el futbol (…) Allí hay un placer estético al que a veces no prestamos suficiente atención porque estamos ocupados con el ruido mediático en torno al futbol que a veces es muy fastidioso y agotador”, añade Neuman. Por eso, en su opinión, la literatura sí puede llegar a rescatar ese lado estético del deporte.
Pero para él no se trata sólo de lo artístico, sino que el aporte literario, como una de las tantas formas de crear una especie de memoria colectiva, profundiza el significado de este deporte, que a veces llega a la esfera política.
“La memoria emocional de la gente, y la memoria política de los países, puede tomar como referencia ciertos partidos. En el caso de mi país natal hay una diferencia evidente entre el Mundial de la dictadura del 78, ganado mediante la posible compra de un partido muy discutible contra Perú para clasificarse, que se ganó mientras se torturaba a miles de personas, versus el de 86, ganado en democracia, cuando el presidente ni siquiera quiso salir al balcón a saludar con los jugadores para no utilizar políticamente ese triunfo”, indicó.
Y ad portas de un nuevo Mundial, Sacheri hace sus apuestas sobre la historia que se escribirá en Rusia. Para el autor, su país jugará un papel importante, pero no lo ve en la final.
“No me imagino un nuevo campeón para este Mundial, no creo que salga de los de siempre. Y en todo caso en ese ‘los de siempre’ me parece que Brasil y Alemania llegan un paso adelante que los demás, con España y Francia un pasito atrás. Argentina creo que está otro paso atrás, hundida en un caos institucional”, augura.