La iniciativa de un diputado priísta de llevar a la realidad la idea de cortar la mano a funcionarios corruptos –hecha originalmente por el candidato presidencial independiente Jaime Rodríguez Calderón– deja ver cómo una idea absolutamente inviable y contraria a los derechos humanos puede ser usada con fines electorales por algunos partidos, en el marco de un clima de enojo y miedo por parte de los ciudadanos, alertaron organizaciones de la sociedad civil.

Martha Capetillo, integrante del colectivo de derechos humanos Indignación, calificó la propuesta del legislador tricolor Jesús Rodríguez Garza como una barbaridad, cuyo objetivo es “manipular de forma irresponsable la irritación de mucha gente por la impunidad, pero que por supuesto no es viable.

La activista dijo que cualquier propuesta que vulnere la integridad física y los derechos humanos de los acusados me resulta impensable. La vía para resolver la impunidad es que haya sanciones adecuadas, en un proceso basado en leyes e instituciones, en lugar de salir con ocurrencias que pueden parecer medidas fuertes, pero que no resuelven el tema de la inseguridad.

Para Capetillo, la iniciativa del diputado para permitir la mutilación de servidores públicos corruptos y para derogar la prohibición de la pena de muerte, forma parte de los discursos de mano dura para atraer votantes, pero que carecen totalmente de sentido y no resuelven temas de fondo, como el encubrimiento de las autoridades a los responsables de ciertos actos criminales.

Estas ideas me parecen irresponsables y peligrosas y no ayudan a construir un país democrático. Hoy, muchos delincuentes no enfrentan la justicia por el entramado de impunidad que existe, el reto es revertirlo con una perspectiva inteligente y respetuosa de los derechos humanos y no con recursos violentos que dejan más violencia, recalcó.

Por su parte, Alba Cruz, coordinadora jurídica del Comité de Defensa Integral de Derechos Humanos Gobixha, coincidió en que la propuesta de Rodríguez Garza es irresponsable y va en sentido contrario a las luchas por construir un país donde se respeten las garantías básicas en un ambiente de paz y seguridad.

Quienes impulsan este tipo de iniciativas, afirmó, ignoran las causas que han generado la realidad de violencia que hoy sufre el país y el aumento de la criminalidad. “Decir ‘mutílenlos o quítenles la vida’ es una muestra de deshumanización de la sociedad en que vivimos”.