Washington

El Fondo Monetario Internacional (FMI) advirtió ayer en un informe que los nuevos aranceles a las importaciones decretados por el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, amenazan el sistema de comercio global, podrían dar pie a represalias de otros países e incluso dañar la economía estadunidense.

La directora gerente del FMI, Christine Lagarde, enfatizó que una guerra comercial generalizada no tendrá vencedores, solamente perdedores de ambas partes. No restemos importancia al impacto macroeconómico, advirtió.

Trump irritó a aliados claves al poner en marcha políticas comerciales proteccionistas, incluida la imposición de aranceles sobre el acero y el aluminio a México, Canadá y la Unión Europea.

De manera adicional, Trump ordenó una investigación sobre las importaciones de automóviles, camiones y autopartes, citando razones de seguridad nacional, con el propósito de imponer eventualmente tarifas compensatorias.

Trump también sorprendió a sus contrapartes al abstenerse de un comunicado conjunto acordado por líderes del Grupo de los Siete en Canadá el fin de semana pasado, que destacaba la importancia de un comercio libre, justo y mutuamente beneficioso.

El FMI apuntó que estas acciones pueden interrumpir las cadenas mundiales y regionales de abasto de una manera que pueden dañar a un rango de países y a las multinacionales estadunidenses que dependen de esos suministros.

Estas medidas... probablemente lleven al mundo más lejos de un sistema de comercio abierto, justo y basado en reglas, con efectos adversos tanto para la economía de Estados Unidos como de socios comerciales, comentó el organismo.

De manera particular pueden impactar a algunas de las más vulnerables economías emergentes y en desarrollo mediante volatilidad en mercados financieros y precios de algunas materias primas asociadas con estas acciones, precisó.

Los riesgos identificados por el FMI incluyen acciones de otras naciones que generarán mayor incertidumbre que desalentará la inversión dentro y fuera de Estados Unidos.

En este contexto, la institución pareció sugerir el riesgo de una guerra comercial, al señalar que la acción estadunidense puede expander las circunstancias en que los países opten por citar motivaciones de seguridad nacional para justificar amplias restricciones sobre las importaciones.

El organismo llamó a Estados Unidos y a sus socios comerciales a trabajar de manera constructiva con el fin de reducir barreras comerciales y resolver los de-sacuerdos sin recurrir a barreras arancelarias y no arancelarias.

El organismo hizo estas aseveraciones en la presentación de su informe anual sobre la economía estadunidense, la cual se acelerará 2.9 por ciento este año y 2.7 por ciento en 2019, sostenida por el estímulo presupuestario de la administración Trump, lo que marcará el periodo más largo de expansión de la historia de la potencia norteamericana.

Proyecta tasas de crecimiento a largo plazo de 1.7 por ciento, mientras el gobierno de Trump prevé un ritmo cercano a 3 por ciento.

El Fondo pidió, sin embargo, atención a la inflación, que puede dar una sorpresa.

Aunque se prevé que el crecimiento económico de Estados Unidos sea fuerte este año y el próximo, recientes medidas tributarias y de gastos podrían provocar mayores riesgos desde 2020 en adelante, afirmó el FMI en su informe.

El secretario del Tesoro de Estados Unidos, Steven Mnuchin, aclaró en un comunicado que Washington y el FMI discrepan significativamente en las proyecciones a mediano y largo plazo.