Viernes 15 de junio de 2018, p. 22
Pekín.
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, decidió imponer aranceles muy significativos
a bienes chinos, indicó un funcionario de su gobierno, mientras Pekín advirtió que está listo para responder si Washington decide intensificar las tensiones comerciales.
Trump presentará hoy los cambios a la lista inicial de aranceles enfocados en bienes chinos con un valor de 50 mil millones de dólares. El listado incluirá 800 categorías de productos, menos que los mil 300 previos, detalló otro funcionario y una fuente de la industria con conocimiento del tema.
El presidente estadunidense ya no cree que la influencia de China sobre Corea del Norte sea una razón lo suficientemente poderosa para suavizar los términos de las negociaciones comerciales, ya que ahora su gobierno abrió una línea de comunicación directa con Pyongyang, indicó el primer funcionario.
El Secretario del Tesoro de Estados Unidos, Steven Mnuchin, se opuso a los aranceles durante una reunión de ayer en la Casa Blanca, pero no se espera que su posición prevalezca, sostuvo la fuente.
Contrataque
El consejero de Estado y ministro de Relaciones Exteriores de China, Wang Yi, respondió que su país está preparado para responder si Trump aplica los aranceles. En ese caso, Pekín contratacaría con sus propios gravámenes sobre las importaciones estadunidenses de soya, autos, químicos y aviones, según una lista difundida en abril.
En diálogo con periodistas en Pekín junto al secretario de Estado estadunidense, Mike Pompeo, Wang aclaró que hay dos opciones respecto del tema comercial.
“La primera es la cooperación y el beneficio mutuo. La otra es la confrontación y la pérdida mutua. China elige la primera.
Esperamos que el lado estadunidense pueda también tomar la misma determinación sabia. Por supuesto, también nos hemos preparado para responder al segundo tipo de opción
, agregó Wang.
La decisión de Estados Unidos sobre la activación de los aranceles a los bienes chinos se producirá pese a las negociaciones entre funcionarios de las dos mayores economías mundiales centradas en el aumento de las compras chinas de materias primas agrícolas y energéticas estadunidenses y la reducción del enorme déficit comercial de Washington con Pekín.