México lidera combate a infecciones
La Ssa busca inhibir la capacidad de reproducción de moscos portadores de virus para reducir decesos
Jueves 12 de julio de 2018, p. 37
La modificación genética de mosquitos es una de las opciones que se exploran a escala mundial para frenar la transmisión de enfermedades –principalmente dengue– por su alto costo; sin embargo, la Secretaría de Salud (Ssa) no participa en ésta, sino en otros dos proyectos que tienen el mismo objetivo, informó Jesús Felipe González Roldán, director del Centro Nacional de Programas Preventivos y Control de Enfermedades (Cenaprece).
En entrevista, el funcionario explicó que además del dinero, para el proyecto que busca mutar un gen con el fin de inhibir la capacidad de reproducción de los insectos, se requiere contar con el apoyo de universidades y gobiernos estatales.
Una vez que se tengan los resultados habría que evaluar si los eventuales beneficios compensan el costo de la investigación y si eso justificaría la inclusión de la estrategia en el Programa Nacional de Prevención y Control de Enfermedades Transmitidas por Vector (insectos).
La Ssa, por conducto del Cenaprece, se concentra en dos trabajos. Uno se realiza en Tapachula, Chiapas, en colaboración con el Instituto Nacional de Salud Pública. Los mosquitos machos se someten a una fuente radioactiva, con la finalidad de esterilizarlos. Así, cuando se liberan al ambiente, carecen de la capacidad de reproducción.
El segundo se desarrolla en Baja California Sur, en coordinación con dos universidades extranjeras, y consiste en la introducción de la bacteria Wolbachia a las células de los mosquitos. Ésta se transmite durante el proceso de reproducción de los insectos a sus parejas y crías. La hipótesis es que al ser portadores del germen se reduce su capacidad para transmitir infecciones, explicó González Roldán.
Comentó que las investigaciones se enfocan en el control y eventual erradicación del dengue, enfermedad que, en casos graves, puede causar la muerte de los afectados. Un aspecto relevante es que el mismo vector (Aedes aegypti) transmite otros padecimientos, como zika, chikungunya y fiebre amarilla, por lo que si los proyectos son exitosos, repercutirán en estos males.
Los primeros resultados de los estudios empezarán a verse a finales de 2018 y entonces se evaluará la conveniencia y factibilidad de incorporarlos a las actividades del programa de control de enfermedades transmitidas por vector de la Ssa.
El director del Cenaprece resaltó que México es líder a nivel internacional por sus acciones en contra de estas infecciones. Es el único país que cada año realiza estudios de resistencia de larvas y mosquitos a los insecticidas, además de que ya cuenta con 250 mil ovitrampas, por medio de las cuales identifica la circulación de los insectos y los tipos de virus que portan.
Con esta información, las autoridades sanitarias realizan acciones de prevención y control focalizadas, nebulizaciones y promoción de la salud en las comunidades. Además de ahorrar recursos económicos, desde 2014, el número de enfermos ha bajado de manera constante.
En 2013 se reportaron casi 64 mil casos de dengue y 192 muertes. Para 2017, la cifra se ubicó en 14 mil 138 enfermos, con 34 decesos. En términos económicos equivale a que el sector salud dejó de gastar entre mil 500 y mil 700 millones de pesos en hospitalizaciones de pacientes graves, apuntó.