Jueves 12 de julio de 2018, p. 37
Es necesario diferenciar entre un jugador entusiasta, un niño que está contento por el regalo recibido y una adicción. Luego de que la Organización Mundial de la Salud (OMS) clasificó la semana pasada el trastorno por videojuegos como enfermedad mental, Hugo Véliz Sánchez, especialista de la Facultad de Sicología de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), explicó que para diagnosticar en forma correcta un desorden como éste se necesita conocer el contexto sociocultural de la persona y su historia de vida.
De acuerdo con el especialista en sicoterapia adolescente, para catalogar el uso de videojuegos como una adicción debe tomarse en cuenta cómo afecta o qué tanto distrae las actividades cotidianas del individuo, como dormir, comer o el ir más allá del intercambio que se tiene con alguien más por medio del juego.
Véliz Sánchez mencionó que cuando se habla de un trastorno se hace con el propósito de estigmatizar a un sujeto, etiquetarlo y organizarlo a partir de la enfermedad mental que tiene, y eso sólo ayudaría a incrementar las filas de los diagnósticos siquiátricos
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Si bien lo advertido por la OMS es una realidad para ciertas personas, para el especialista la responsabilidad es la clave de todo y de todas las partes involucradas, porque hay que dejar bien claro qué jugamos, cómo, cuánto tiempo, con quién y por qué; no estamos hablando de un escape de la realidad, sino de construirse un nuevo espacio y poder interactuar con otras personas
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Durante mucho tiempo los medios y las televisoras han manejado a los videojuegos como un enemigo importante, pero en realidad son un fenómeno aparte, son una forma distinta de interactuar
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Sí hay quien falla a sus actividades por jugar
Es cierto hay quienes dejan de ir a la escuela o de comer a sus horas por jugar, sin embargo, el experto sostuvo que no todos los videojuegos causan adicción, ni todos los que están frente a una consola se convierten en adictos
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La posibilidad de que los videojuegos generen trastornos patológicos o incluso adicción ha sido un asunto largamente discutido. No es la primera vez que a los videojuegos se les encasilla como un problema; durante 30 años han competido contra el cine, la televisión, los medios alternativos o convencionales y también los han estigmatizado
, señaló Véliz Sánchez.