l eurodiputado desde hace cuatro años, Josep M. Terricabras, es de formación académica en su mayoría alemana. Era esa época en que los germanos mandaban en dicha materia y la España del generalísimo por la gracia de Dios, Francisco Franco, iba a la cola en prácticamente todas las disciplinas, excepto en el cristianismo ultraconservador y en la represión de todas las ideas que no acataran su nacionalcatolicismo.

Después de haberse criado en la Cataluña sometida a este ambiente, Terricabras tuvo la oportunidad de conocer el mundo, pasó por Francia, Inglaterra y aquel rincón superior de Estados Unidos que es Berkeley. Finalmente el hombre volvió a casa a desarrollar una rica y enriquecedora carrera académica que culminó a cargo de la cátedra Ferrater Mora en la Universidad de Girona, amiga que ha sido de El Colegio de Jalisco.

Aparte de enseñar en tales aulas y con la vida por maestra, Terricabras se consolidó igualmente como un decidido independentista catalán y ahora, una vez cumplido con su cuota de docencia, se ha entregado al sueño de tantos cientos de miles de sus compatriotas.

Su lucha lo ha llevado al Parlamento Europeo donde, además de servir a su causa, se ha interesado, además, en el tema de sus amigos mexicanos e incluso forma parte del pequeño grupo de representantes que tiene, entre otras obligaciones, la de poner especial atención en los asuntos de México.

Es por eso que ha viajado oficialmente a nuestro país varias veces y ha tenido diversos encuentros, no siempre afortunados, con diversos legisladores. No obstante persevera en serle útil a México y ahora dedica tiempo con ahínco a conseguir el mejor acuerdo global posible entre la Unión Europea y nuestro país, que ahora se está nombrando.

Al saberse el resultado de nuestras elecciones tuvo un minuto para intervenir en el pleno y supongo que puede ser de interés para nosotros saber lo que dijo. He aquí sus palabras:

“El 1 de julio hubo elecciones en México. Andrés Manuel López Obrador fue elegido presidente con una gran mayoría. Como eurodiputado con especial dedicación a México me alegro muchísimo de la elección.

“Pero el nuevo presidente tiene ante sí una tarea inmensa: luchar contra la pobreza, abolir la corrupción y acabar con el narcotráfico que, con la connivencia de todos los niveles del Estado y una impunidad casi absoluta, ha causado, particularmente desde 2006, más de 37 mil desaparecidos, torturados, secuestrados y 240 mil muertos.

“La vigente Ley de Seguridad Interior no ha hecho más que empeorar las cosas, porque ha significado la militarización total de la lucha del Estado. Dicha ley debe ser derogada. Urge la creación de una fiscalía específica, así como la creación de una comisión de la verdad.

“Espero que la renovación del acuerdo global entre la Unión Europea y México recoja estos avances en una cláusula democrática de defensa de los Derechos Humanos que sea realmente efectiva.

¡Felicidades a los mexicanos. Acierto y suerte! ¡Mi solidaridad absoluta!

Como puede verse, los mexicanos tenemos en Terricabras a un aliado. Vale la pena que estemos conscientes de eso.