Presentaron en el Cenart herramientas de enseñanza elaboradas en el CaSa, fundado por el artista plástico Francisco Toledo
Lunes 13 de agosto de 2018, p. 7
Como parte de las actividades de la Feria de las Lenguas Indígenas y Nacionales, en el Centro Nacional de las Artes (Cenart) se presentaron el sábado pasado diversos materiales didácticos para la enseñanza de las lenguas de Oaxaca, que fueron diseñados y producidos por el Centro de las Artes de San Agustín (CaSa).
Entre los materiales se encontraba una traducción de las fábulas de Esopo, portadas de cuadernos y libretas con imágenes alusivas a la tradición indígena, libros para colorear y diccionarios.
Entre los juegos didácticos había unos de madera para aprender los números y los nombres de animales, una rueda multicolor para identificarlos en lenguas originarias, y uno denominado Tripa de Palabras, el cual consistía en una bolsita con letras para formar vocablos en zapoteco. Había también una lotería de 54 cartas con dibujos de la flora y fauna del Istmo, hechos por niños.
Destacaron en la presentación unas láminas con dibujos del siglo XVI realizados por Durero y otros pintores para aprender las partes del cuerpo humano.
Por la revitalización y rescate
Estos son algunos de los más de 20 materiales educativos que se han diseñado y producido en CaSa, los cuales son fundamentales para la revitalización de las lenguas originarias, señaló el lingüista y traductor Víctor Cata en la presentación, en la que estuvo acompañado por Hazam Jara, Domingo Cruz y Daniel Brena.
Para la recuperación de las lenguas originarias se requiere de una parte muy lúdica. Hay que enseñar a los niños jugando. Así se aprende mejor un idioma
, explicó Cata.
El especialista reconoció la labor del pintor Francisco Toledo al crear el CaSa Etla, en Oaxaca, ya que ha permitido, entre otros proyectos, instituir el programa El Camino de la Iguana, con el que mediante talleres se enseña zapoteco.
En los talleres, uno de los primeros obstáculos con el que se enfrentaron fue que no existían materiales didácticos para la enseñanza. Había que ingeniárselas para generar nuestro material. Así surgió la idea de elaborarlos, iniciativa que se está retomando en otras poblaciones
, dijo el también traductor.
Se han reproducido 60 mil piezas en tres años
Los materiales educativos, que se acompañan con talleres de lecto-escritura, han permitido la recuperación de arcaísmos y la integración de nuevas palabras.
Según Hazam Jara, director de producción artística del CaSa, algunos de los materiales están pensados para su distribución individual y otros para uso colectivo.
“El número de piezas producidas varía según el número de habitantes del pueblo hablante. Por ejemplo, del material sobre el cuerpo humano se reprodujeron 5 mil piezas para Juchitán, y para Zacatepec 2 mil.
Se han reproducido unas 60 mil piezas en tres años. Se reparten de manera gratuita, pero no a cualquiera, pues la idea es que lleguen adonde se necesitan
, comentó Hazam Jara.