Managua. El juez penal Ernesto Rodríguez declaró culpables a Brandon Lovo y Glen Slate por la muerte del periodista Ángel Gahona, asesinado el 21 de abril pasado mientras cubría las protestas contra el gobierno del presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, en un proceso que abogados y defensores de derechos humanos calificaron de viciado.

Rodríguez, titular del juzgado sexto de distrito penal de Managua, emitió la noche del lunes la sentencia contra Lovo y Slate, de 19 y 20 años, respectivamente, e indicó que dará a conocer la condena en los próximos días.

Durante la lectura, la fiscalía pidió para cada acusado 25 años de cárcel por homicidio y 20 más por el asesinato frustrado en perjuicio de un oficial. Además, les solicitó un año y 100 días de multas por la tenencia ilegal de armas de fuego y municiones, y les agregó 24 meses por el delito de exposición y abandono de personas.

Amy García, abogada de los acusados, solicitó la pena mínima de 20 años por el delito de asesinato y 10 años por asesinato frustrado.

Familiares del periodista y de los procesados niegan la responsabilidad de los jóvenes y han exigido su libertad inmediata.

Gahona, de 42 años, murió tras recibir disparos en la cabeza mientras realizaba una transmisión por Facebook Live en la ciudad porteña de Bluefields, costa de Nicaragua, de las protestas contra Ortega, que comenzaron el 18 de abril por la modificación a las reformas a la ley de seguridad social.

Marlin Sierra, directora del Centro Nicaragüense de Derechos Humanos, consideró parcializado el juicio porque se presentaron pruebas contundentes de que los disparos no fueron realizados por Lovo y Slate.

Las evidencias presentadas por la fiscalía, con más de 35 videos, demuestran que los procesados no estaban en el lugar ni en el momento de las detonaciones, y se evidenció que quienes estaban cerca de Gahona eran miembros de las fuerzas antidisturbios de la Policía Nacional, explicó Sierra.

El comunicador es uno de los más de 300 muertos reportados por organizaciones humanitarias durante las protestas, aunque el gobierno sólo reconoce 198 decesos. También se han contabilizado más de 2 mil heridos, decenas de detenidos y miles de desplazados.