‘‘Mi vida está hecha con cada una de las historias de mis lectores’’, dijo la escritora
Jueves 30 de agosto de 2018, p. 6
La narradora y editora Rosa Beltrán recibió un homenaje en la sala Manuel M. Ponce del Palacio de Bellas Artes, dentro del ciclo Protagonistas de la Literatura Mexicana.
En ese acto organizado por el Instituto Nacional de Bellas Artes, la autora de La corte de los ilusos dijo que desde que comenzó a escribir hay una constante en su obra: se llama inconsciente y decide lo que escribe.
‘‘Me interesa explorar el modo en que nuestra vida privada está condicionada por nuestro momento histórico, mucho más de lo que creemos, y el modo en que la historia se transforma a través de nuestras minúsculas vidas privadas en el ámbito doméstico. Eso es algo que he explorado desde la primera novela”, explicó Beltrán, quien estuvo acompañada por Ana García Bergua, Mónica Lavín, Jorge Volpi y Geney Beltrán.
Recordó que en La corte de los ilusos irrumpieron las mujeres en su literatura y desde entonces han sido el centro de sus historias. ‘‘Desde ese centro me pregunto si es cierto lo que se dice que somos y me respondo que no, que las mujeres no somos eso”, añadió.
Ante un público que llenó el recinto, la autora rememoró sus inicios en la escritura, cuando ganó la beca para jóvenes promesas y cómo surgió ese diálogo constante con la literatura. ‘‘Aparte de vivir, lo que he hecho en realidad es escribir, leer, leer, leer, mantener este diálogo incesante con unos y con otros; hacer eso que es la literatura”.
El reconocimiento a Rosa Beltrán también fue un viaje por ese mundo de letras y sueños que han rodeado a la protagonista, quien compartió: ‘‘Anoche me vino un pensamiento alucinante; pensé que mi vida está hecha de las historias vividas en cada uno de ustedes, eso es en realidad mi vida, en su mayor parte es una historia construida con mucha imaginación, pero sobre todo con palabras, las que he intercambiado, las que he rememorado, las que están por venir, y las palabras que me enseñaron mis padres desde chica”.
La narradora, quien es colegiada de la Academia Mexicana de la Lengua, se refirió a su novela Efectos secundarios. La escribió, dijo, por el dolor físico que le causó la situación en el país, con las noticias de cuerpos decapitados, mantas en puentes, desaparecidos, mujeres violadas.
‘‘Me dolía el cuerpo de los otros en el propio. Escribí Efectos... porque no había manera de hacer literatura, de que la violencia no permeara toda la literatura, se apoderara de ella, pero no podía escribir eso desde las narrativas del poder porque ahí no hay malos ni buenos, porque vivimos en una guerra, que no es propiamente la guerra.”
Ana García Bergua definió a Rosa Beltrán de gran narradora, lectora apasionada, ensayista y académica; es un huracán, que no deja destrucción, sino ‘‘un montón de libros publicados, propios y ajenos”.
Mónica Lavín dijo que Beltrán es una cronista natural que con su mirada inteligente ‘‘lee el mundo, los gestos, las apariencias, lo que está ocurriendo”.