Jueves 30 de agosto de 2018, p. 5
Me desordeno, amor, me desordeno
cuando voy en tu boca, demorada,
y casi sin por qué, casi por nada,
te toco con la punta de mi seno.
Te toco con la punta de mi seno
y con mi soledad desamparada;
y acaso sin estar enamorada
me desordeno, amor, me desordeno.
Y mi suerte de fruta respetada
arde en tu mano lúbrica y turbada
como una mal promesa de veneno;
y aunque quiero besarte arrodillada,
cuando voy en tu boca, demorada,
me desordeno, amor, me desordeno.
* Poema de Carilda Oliver Labra (Matanzas, 1922-2018), publicado en Memoria de la fiebre (1958), pero escrito cuando la autora tenía 24 años. ‘‘Muy jovencita escribí el tal ‘Me desordeno’ y la gente siguió desordenándose por su cuenta, pero me han echado la culpa a mí de todo”, bromeaba acerca del texto.