Martes 4 de septiembre de 2018, p. 33
Roma. La única respuesta posible a quien busca la división y crear escándalo en la Iglesia católica es el silencio y la oración
, señaló ayer el papa Francisco después de que un ex alto funcionario del Vaticano en Washington lo acusara de encubrir a un cura pederasta en Estados Unidos y exigiera su dimisión.
Frente a la gente que no tiene buena voluntad, que sólo busca el escándalo, la división y la destrucción, incluso dentro de las familias: silencio y oración
, dijo Francisco durante una misa celebrada en su residencia, publicó la web oficial del Vaticano Vatican News.
Sus palabras se interpretaron como una respuesta indirecta al arzobispo Carlo Maria Vigano, ex embajador de la Santa Sede en Estados Unidos, que el pasado agosto aseguró, en un escrito de 11 páginas, que el Papa conocía hace tiempo de las graves acusaciones contra el ex cardenal estadunidense Theodore McCarrick y, sin embargo, lo protegió.
Vigano aseguró que Francisco levantó una sanción que su predecesor Benedicto XVI le había puesto a McCarrick. Al arzobispo, quien está siendo investigado por una serie de abusos a jóvenes sacerdotes y seminaristas, se le ordenó retirarse de la vida pública en 2009-10, según Vigano. Pero no hay evidencias de esa orden o de que Francisco la revocara. Francisco aceptó la renuncia a McCarrick en julio y le ordenó arresto domiciliario. Después Vigano arremetió con nuevas acusaciones en torno a un controvertido encuentro del papa con una activista antihomosexual en 2015.
Varios analistas interpretan las acusaciones de Vigano, considerado un crítico del Papa argentino, como parte de un ataque del sector ultraconservador contra el jerarca y sus reformas.
Al ser preguntado directamente por Vigano el mes pasado, Francisco dijo que intentaría no decir ni una palabra al respecto
e invitó a los periodistas a sacar sus propias conclusiones
sobre las acusaciones.