Lunes 10 de septiembre de 2018, p. 28
Madrid. A un par de días de la Diada (fiesta nacional de Cataluña), una multitudinaria manifestación contra la independencia recorrió las calles de Barcelona, en la cual se vivieron momentos de tensión, cuando grupos que apoyan la secesión pretendieron boicotear la marcha.
Unas 2 mil personas, según la Guardia Urbana, exigieron el fin de la negociación entre el gobierno español y las autoridades catalanas. Durante la concentración se gritaron consignas contra el proceso de independencia y los líderes del movimiento, sobre todo el ex presidente Carles Puigdemont y el actual mandatario catalán, Quim Torra, a quien acusaron de difundir ideas xenófobas y excluyentes en sus artículos, en los que tildaba de bestias humanas
a los residentes en Cataluña que utilizaban el idioma español para comunicarse.
La marcha fue convocada por el empresario José Manuel Opaza, quien defiende abiertamente las tesis unionistas de los partidos más conservadores del Parlamento español, el Partido Popular (PP) y Ciudadanos. Con el lema Recuperemos al dignidad
, miles de personas recorrieron el centro de la ciudad con pancartas en favor de llevar a prisión de Puigdemont, contra la Televisión Pública catalana (TV3), a la que señalan de ser un aparato de propaganda del independentismo, y en rechazo al gobierno español, encabezado por el socialista Pedro Sánchez, a quien acusan de ceder ante las exigencias de los secesionistas a cambio de su apoyo parlamentario en el Congreso de los Diputados.
La marcha se realizó a dos días de la fiesta nacional de Cataluña, en la que los partidos independentistas pretenden movilizar a centenares de miles de personas para lanzar un nuevo mensaje al mundo en defensa del derecho de autodeterminación y para denunciar la situación de los presos políticos
, en referencia a los dirigentes encarcelados luego del fallido proceso de independencia que se llevó a cabo en octubre pasado.
Los Comités de Defensa de la República –organizaciones civiles que pugnan por dar validez al mandato emanado del referendo de octubre, en el que se votó de forma mayoritaria por la independencia– trataron de boicotear la marcha unionista, lo que derivó en un choque verbal que tuvo que ser contenido por los agentes policiales, lo que evitó enfrentamientos más graves.