La Filarmónica de la UNAM y la Sinfónica del IPN conmemoraron 50 años de la Marcha del silencio
Viernes 14 de septiembre de 2018, p. 2
El concierto que conmemora la Marcha del silencio de 1968 incluyó ‘‘una selección adecuada al heroísmo de los jóvenes”, dijo Diego Prieto, titular del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), con motivo de la gala que ayer se efectuó frente al Museo Nacional de Antropología.
Las orquestas Filarmónica de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y Sinfónica del Instituto Politécnico Nacional (IPN), dirigidas por Juan Carlos Lomónaco, interpretaron Marchas de duelo y de ira, de Arturo Márquez; Sinfonía número 3 Heroica, de Beethoven, y 4:33, de John Cage, que incluyó una pieza coreográfica.
El programa ‘‘habla precisamente del heroísmo de los jóvenes que el 13 de septiembre de 1847, fecha que ahora recordamos, entregaron con entusiasmo su imaginación y su vida para defender al país; además, de quienes hace 50 años se movilizaron; y los que hoy están imaginando un México mejor”, destacó Prieto emocionado hasta el llanto.
El Consejo Nacional de Huelga realizó el 13 de septiembre de 1968 una manifestación silenciosa pacifista, que reunió a cientos de miles de personas en apoyo al movimiento estudiantil.
El titular del INAH, orador único, saludó la iniciativa del IPN y la UNAM de conjuntar unos 90 músicos para recordar esa movilización de hace medio siglo que pedía ‘‘apertura para participar en la vida nacional, que se les escuchara, se les tomara en cuenta” y dijo que a pesar de enfrentar un régimen autoritario, esa gesta inició una trasformación social.
La pieza Marchas de duelo y de ira, de Arturo Márquez, produjo silencio en el público. Las notas evocaban otro tiempo en medio de los árboles del Bosque de Chapultepec. Sus notas ahora lentas o vertiginosas parecían concordar con los recuerdos de una de las máximas movilizaciones en pos de la libertad y contra un gobierno sustentado en ‘‘las bayonetas”, como describían los activistas de entonces.
Alrededor del escenario improvisado, turistas, paseantes, señoras y jóvenes escuchaban la música, un remanso intelectual, la sublevación contra la conducta impuesta desde las instituciones en una época en la cual comenzó un cambio cultural y una liberación social. Un poco más allá, otros jóvenes disfrutaban una obra de percusiones.
La sinfonía Heroica era tan pertinente que en las proximidades un grupo de jóvenes dibujaban pancartas en preparación de la manifestación que la tarde de este jueves reunió a estudiantes en oposición a la violencia en sus escuelas.
Sobre el tema, Prieto sostuvo que además de la exigencia por erradicar a los grupos porriles en las escuelas, es la manifestación de una sociedad que ‘‘sigue pugnando por encontrar espacios de participación, de contribución a la pluralidad nacional y de búsqueda de una sociedad más justa, plural, democrática e incluyente”.
Las instituciones hermanas UNAM, IPN e INAH ‘‘responderemos con diálogo, intercambio de argumentos, apertura y disposición a incorporar a las nuevas trasformaciones que requieren las instituciones y el país”.
La conmemoración concluyó con la pieza de Cage. El silencio entre los oyentes. El bosque y sus sonidos, el viento y el paso de estudiantes que coreaban consignas. Algunos de los asistentes conservan la memoria de su activismo en el 68. Como impronta de un nuevo ciclo, un hombre expresó: ‘‘Hace 50 años yo estaba aquí”.
