Suaviza estatutos, pero ‘‘amordaza’’ a sus integrantes
Sábado 15 de septiembre de 2018, p. 6
Estocolmo. La Academia Sueca, que otorga el Nobel de Literatura y que está ahora inmersa en una crisis desatada por un escándalo de abusos, publicó ayer directrices para actualizar sus estatutos de más de 200 años.
Las adecuaciones buscan ayudar a ‘‘una interpretación moderna de los estatutos de 1786”, dijo la institución, que este año no entregará el prestigioso galardón debido a la crisis que afecta su credibilidad. Un colegiado debe ‘‘evitar criticar a la Academia o a otros miembros en público”, dispone el documento.
El texto, aprobado hace una semana, se inscribe en los esfuerzos de la institución de restructurarse tras un escándalo sexual y supuestas violaciones de las normas para evitar conflictos de intereses que salió a la luz a comienzos de este año.
El portavoz de la Academia, Anders Olsson, informó al rey Carlos XVI Gustavo de Suecia de las nuevas directrices. El monarca dijo en un comunicado que la nueva interpretación es ‘‘una parte importante de los esfuerzos para recuperar la confianza en la Academia, aunque queda mucho por hacer’’.
Las directrices mencionan también la forma en que los integrantes pueden ser elegidos, por ejemplo con votos en ausencia y cómo pueden ser también expulsados.
Confidencialidad
El diario sueco Aftonbladet informó que las 58 secciones de los estatutos de la Academia recibieron comentarios. En un artículo, ese medio difunde: ‘‘La Academia impone a los integrantes una mordaza. Reinterpreta los estatutos, pero aún quiere ser reservada”.
Señala que si bien estás adecuaciones ‘‘son muy bienvenidas porque brindan respuestas a muchas preguntas que tanto el rey como el pueblo sueco se han planteado en los recientes 10 meses” regula ahora ‘‘lo que puede decirse y no decirse”; así, la Academia Sueca ‘‘no se considera cubierta por la libertad de comunicación protegida por la Constitución”.
Y concluye: este periodo ‘‘se sentía como si el clima intelectual en Suecia se hiciera más abierto, un poco más libre. Un corto tiempo, debe ser dicho”.
El periódico Expressen destacó: ‘‘Se espera que el integrante ponga los intereses de la Academia frente a los suyos y evite las situaciones donde ocurre una confrontación. Como determinación adicional, se puede decir que prevea realizar un buen desempeño en el trabajo, respetar su confidencialidad, evitar criticar a la Academia o a sus colegas en público, actuando con prudencia y criterio e integridad.’’
También aclara el deber de confidencialidad, pues ‘‘un integrante, su pareja y otras personas relacionadas son consideradas extraños” Por el contrario, el protector de la Academia, el monarca, tiene derecho a asistir a las reuniones privadas.
Según The local, los estatutos también introducen circunstancias especiales en las que se pueden elegir nuevos académicos, incluso sin la participación de 12 integrantes.
El rey tiene el poder de permitir la elección de nuevos colegiados sin que participen 12 académicos.
La disputa surgió tras un fallido intento de expulsar a uno de los 18 colegiados, Katarina Frostenson, que al parecer no había declarado ser dueña de un centro cultural gestionado por su marido, Jean-Claude Arnault, que había recibido financiación de la Academia.
Además Arnault fue acusado por 18 mujeres de diversos delitos sexuales, algo que él negó, y será enjuiciado la próxima semana por dos cargos de violación.